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Lo cierto es que se muestra en Falera su sepulcro, labrado de orden de la ciudad, porque ni siquiera dejó con qué enterrarse. Dícese que las hijas salieron del Pritaneo para ser entregadas a sus maridos, habiéndose costeado de los fondos públicos los gastos de la boda, y dándose por decreto en dote a cada una tres mil dracmas. A su hijo Lisímaco dio asimismo el pueblo cien minas de plata y otras tantas yugadas de tierra plantada de árboles, y además otras cuatro dracmas al día, habiendo sido Alcibíades quien presentó el proyecto. Aun más todavía: como Lisímaco hu- biese dejado a una hija llamada Polícrita, le señaló a ésta el pueblo, según dice Calístenes, la misma ración que a los vencedores de Olimpia; y Demetrio Falereo, Jerónimo Rodio, Aristodemo el músico y Aristóteles, si es que el libro De la nobleza se ha de colocar entre los genuinos de este filósofo, refieren que con Mirto, nieta de Aristides, se casó el sabio Sócrates, pues, aunque tenía otra mujer, recogió en su casa a ésta, por verla viuda y falta de todo medio de subsistir, mas estas especies las contradijo convenientemente Panecio en sus libros acerca de Sócrates. Demetrio Falereo, en su Sócrates, dice que se acuerda de un nieto de Aristides, sumamente pobre, llamado Lisímaco, que, sentado junto al Yaqueo, se mantenía de decir la buenaventura con cierta tabla adivinatoria, y que formando él mismo el proyecto de decreto, obtuvo que el pueblo señalara a la madre de éste y a una hermana de ella tres óbolos por día; y añade el propio Demetrio que, siendo nomoteta, mandó que se extendiera a una dracma el donativo de estas mujeres. Ni es extraño que así cuidara este pueblo de personas que estaban dentro de la ciudad, cuando habiendo sabido que en Lemno se hallaba una nieta de Aristogitón, y que no se había casado por su pobreza, la hizo traer a Atenas, y casándola con uno de los más ilustres, le dio en dote una porción de terreno a la parte del río: y aun en nuestros días se hace admirar este mismo pueblo por su humanidad y beneficencia con repetidos ejemplares dignos de imitación.

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