De Nicias, lo primero que se ofrece decir es lo que escribió Aristóteles; a saber: que eran tres los que sobresalían entre los ciudadanos y tenían benevolencia y amor patrio para con el pueblo: Nicias, hijo de Nicérato; Tucidides, hijo de Milesio, y Terámenes, hijo de Hagnin, en menor grado éste que los otros, pues que en cuanto a linaje le motejaron de extranjero oriundo de Ceo, y en cuanto a gobierno, por no haberse mantenido firme en un partido, sino andar continuamente variando, fue llamado Coturno. De éstos, era Tucidides el de más edad, y puesto al frente de los mejores y más principales ciudadanos contradijo en muchas cosas a Pericles, que afectaba popularidad. El más joven era Nicias; pero aun en vida de Pericles fue ya tenido en aprecio, hasta llegar a ser general con él y tener por sí solo mando muchas veces. Muerto Pericles, al punto fue llamado a ocupar el primer lugar, principalmente por los ricos y los nobles, que lo contraponían a la insolencia y osadía de Cleón; y aun tuvo el favor del pueblo, que también contribuyó a su adelantamiento; si bien Cleón alcanzó grande autoridad con guiarlo como a viejo y otorgarle salario, aun de los mismos a quienes favorecía, al ver su codicia, su orgullo y su temeridad, los más se ponían de parte de Nicias: por cuanto, aunque tenía gravedad, no era ésta severa y enfadosa, sino mezclada con cierta modestia, que atraía a los más, por lo mismo que mostraba timidez; y es que, siendo por naturaleza irresoluto y desconfiado, en la guerra su buena suerte ocultó su miedo, habiendo salido siempre vencedor en sus expediciones; mas, para el gobierno, su pusilanimidad y su temor a los calumniadores llegaban a parecer populares, y le ganaban el afecto de la plebe, que recela de los que hacen poca cuenta de ella y adelanta a los que la temen, pues en general, para la muchedumbre, el mayor honor de parte de los más poderosos es el que no la desprecien.