XVIII

Lo demás de este caso tiene su tiempo propio, en que habrá de referirse; cubriendo, pues, bajo de tierra los despojos de Otón, no le hicieron un sepulcro que pudiera ser envidiado o por su mole o por lo arrogante de la inscripción. Vi, hallándome en Brixelo, un monumento sencillo y una inscripción, que traducida es en esta forma: “A los manes de Marco Otón”. Murió a los treinta y siete años de edad y a los tres meses de imperio, dejando escritores que celebrasen su muerte no inferiores ni en número ni en autoridad a los que reprenden su vida, porque en ésta no fue mejor en nada que Nerón, y su muerte fue más noble y generosa. Los soldados, como Polión, el otro prefecto, les diese orden de que jurasen a Vitelio, lo rehusaron; mas, sabiendo que se hallaban allí algunos del Senado, a los demás los dejaron en paz, y sólo pusieron en apuro a Verginio Rufo, yendo armados a su casa, excitándole y exhortándole de nuevo a que tomase el Imperio o fuese a interceder por ellos; pero teniendo a locura tomar el Imperio de unos vencidos, cuando lo había rehusado de los mismos siendo vencedores, y temiendo el ir de legado a los Germanos, que se quejaban de que los había forzado a hacer muchas cosas contra su voluntad, sin que se tuviera de ellos noticia, se marchó por otra puerta. Cuando los soldados se vieron así burlados, se prestaron a los juramentos y se unieron a los de Cecina, habiendo obtenido antes el perdón.

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