LIBRO DE TODAS LAS COSAS

LIBRO DE TODAS LAS COSAS

Y OTRAS MUCHAS MÁS,

compuesto por el doto y experimentado en todas materias, el único maestro malsabidillo. Dirigido á la curiosidad de los entremetidos. Ha turbamulta de los habladores, y á la sonsaca de las viejecitas.

ADVERTENCIA AL LECTOR

CURIOSO lector ó desaliñado, que no importa más lo uno que lo otro para el efeto de mi obra, la primera columna del primer tratado contiene las admirables y estupendas proposiciones, en que podrás escoger la maravilla que quisieres obrar, mirando el número que tiene delante, y buscándole en la segunda columna, donde está el modo de hacerlo. Y no te espante el prodigio que ofrece la pregunta; que todo lo hallarás fácil en viendo la respuesta.

PRIMER TRATADO

Secretos espantosos y formidables, experimentados, tan ciertos y tan evidentes, que no pueden faltar jamás.

TABLA DE PROPOSICIONES

1. Para que se anden tras tí todas las mujeres hermosas; y si fueres mujer, los hombres ricos y galanes.

2. Para ser bien recibido donde quiera, y es infalible.

3. Para que cualquier mujer ó hombre que bien te pareciere, seas hombre ó mujer, luego que te trate se muera por tí.

4. Para que con solo haber hablado á una mujer te siga adonde quiera que fueres.

5. Para hacerte invisible, y que aunque entres entre mucha gente, ninguno te pueda ver. Y encomiéndote por el sumo Señor, que te hizo, tan alto secreto, por el daño que puede resultar si se divulgase en ladrones y adúlteros y presos y enemigos.

6. Para que hombres y mujeres te otorguen cuanto pidieres.

7. Para ser rico y tener dineros.

8. Para alcanzar cualquiera mujer en un momento, y es ciertísimo.

9. Para que no se te rompa ningún vestido que trujeres.

10. Para que no se te vaya el halcón, aunque le sueltes: y es probado.

11. Para no tener dolor de muelas jamás.

12. Para no encanecer ni envejecer nunca.

13. Para tener hijos la más estéril mujer del mundo.

14. Para que no te hurten los sastres.

15. Para no morirse jamás.

16. Para no morir sin confesion.

17. Si quieres que el caballo que tuvieres revuelva á todas manos.

18. Para tener grandes cargos en la república.

19. Para verte en altos puestos en breve tiempo.

20. Para ser tenido.

21. Para no envejecer, seas mujer ó hombre.

22. Para que aunque seas calvo, no lo puedas parecer, sin cabellera ni casquete.

23. Para que todos los pleitos salgan en tu favor.

24. Para que te duren poco las enfermedades.

25. Para que no te piquen las chinches de noche.

26. Si quieres ser bienquisto.

27. Para no confesar en el tormento: y es certísimo. No lo comuniques, por los ladrones y delincuentes.

28. Para quitarte los grillos y las prisiones en la cárcel, por grandes que sean.

TABLA DE SOLUCIONES

1. Andate tú delante dellas.

2. Da donde quiera que entrares, y serás tan bien recibido, que te pese.

3. Sé el médico que la cures, y es probado, pues cada uno muere del médico que le da al tabardillo ó mal que le dió.

4. Húrtala lo que tuviere, y te seguirá hasta el cabo del mundo, sin dejarte á sol ni á sombra.

5. Sé entremetido, hablador, mentiroso, tramposo, miserable, y nadie te podrá ver más que al diablo.

6. Pídeles á ellas que te quiten lo que tienes, y á ellos que no te dén nada, y te lo otorgarán todo.

7. Si los tienes, tenerlos; y si no, no desearlos, y serás rico.

8. Aguija si anda, y corre si aguija, y vuela si corre, y la alcanzarás.

9. Rásgale tú primero, y es cierto.

10. Pélalo de cañón á cañón, y lo verás claro.

11. No las tengas, y es un ahorro que parece muy mal á las quijadas.

12. Múerete cuando muchacho ó recien nacido.

13. Conciba, y alumbre, y críelos, y no los suelte,—y los tendrá.

14. No hagas de vestir con ellos, y no hay otro remedio.

15. No seas necio que, estos solos son los que se mueren; que á los desgraciados métanlos las heridas, á los enfermos mátanlos los médicos; y los necios solo se mueren á sí mismos.

16. Haz delitos de muerte y confiésalos, y morirás confesado.

17. Ponle dos dias con un escribano, y revolverá á todas manos y aun á todo el mundo.

18. Burla doncellas, engaña casadas, mata clérigos, roba iglesias; que no hay mayores cargos.

19. Andate de cuesta en cuesta y de cerro en cerro.

20. Déjate agarrar y asir.

21. Andate al sol en el verano y al sereno en el invierno; no tengas paz con tus huesos; púdrete de todo; come fiambre y bebe agua, no descanses de dia ni de noche, por andar en lo que no te va ni te viene: que como esta no es vida para llegar á viejos, conseguirás el no serlo.

22. Ten sombrero perdurable y de por vida, y no te le quites aun para dormir; y si otro te quitare el sombrero, remítete á la cabezada y á la reverencia; y si por esto te dijeren que eres descortés, di que más vale ser descortés que calvo; y si por descortés riñeren contigo y te mataren, también vale más ser muerto que calvo, y procura morir con tu sombrero como con tu habla.

23. No pagues al abogado, ni al procurador, ni á los oficiales; que eso es lo que se pierde siempre sin remedio, y en eso vas condenado cada dia y cada hora. Y si pagando á los susodichos tienes sentencia en tu favor, tienes dinero en contra; y si tienes sentencia en contra, también. Y advierte que antes que se contesten las demandas, son los pleitos sobre si mi dinero es mió ó del otro; y en empezándose, es sobre que no sea del otro ni mió, sino de los que nos ayudan á entrambos.

24. Llama á tu médico cuando estás bueno, y dale dineros porque no estás malo; que si tú le das dinero cuando estás malo, ¿cómo quieres que te dé una salud que no le vale nada, y te quite un tabardillo que le da de comer?

25. Acuéstate de dia, y es probado.

26. Presta y no cobres; da, convida, sufre, padece, sirve, calla, y déjate engañar.

27. Negar todo cuanto te preguntaren.

28. Págaselo muy bien al alcaide: y es probado.

Tratado de la adivinacion por quiromancía, fisonomía y astronomía.

Señales de agua: Ver llover, no tener para vino, ahogarse en ella.

Señales de sereno: Catarros á la mañana, reumas y dolor de muelas.

La Luna en los Peces significa que está de viérnes: menguará, y andarán linternas de noche.

Todas las veces que la Luna está en el Toro, es cierto que entre los dos hay cuatro cuernos: saldrá el sol por la mañana.

Las Lunas viejas son las que hacen las malas noches en invierno, y se gastan en enseñar á gruñir los vientos y á murmurar á los vientecicos.

Júpiter en Libra parecerá tendero: denota invierno y verano en el año.

Venus con Géminis, que es signo ungüente, es señal que tiene llagas: miren por sí los boticarios.

Júpiter en el Carnero estará como hueso de muerto: denota melancolía en los presos.

Saturno en Capricornio amenaza casados mollares.

Mercurio en el León parecerá medio ochavo: causará enfermedades, si hay melones y pepinos, y se bebe agua; y morirán los que enfermaren, si los curan los médicos.

La Luna en la cabeza del Dragón significa que el Dragón tiene cabeza.

Luna llena no cabe nada más, y es aforismo de Hérmes.

Eclipse solar es eclipse hidalgo: promete escuridad mientras durare, y mentiras de astrólogos, creídas de necios y temidas de poderosos y ricos.

Cometa con cola es cierto, si se llegan á ella, que se pegará. Denota muchas bocas abiertas, nueces de gaznates empinadas, y ojos de puntillas para verla. Y si fuere crinita, morirán sin duda aquel año todos los reyes que Dios quisiere.

Conjunción magna: habrá encuentros de reyes en las barajas, jugando á la carteta; muchas muertes en los rosarios, y durarán sus efetos hasta que se rompan. Ptolomeo y Magino y Origano.

Capítulo de los agüeros.

Si vas á comprar algo, y al ir á pagar no hallas la bolsa adonde llevabas el dinero, es agüero malísimo, y no te sucederá bien la compra.

Si vas á reñir y se te cae la espada, es mejor que no si se te cayeran las narices. Pero si riñendo se te cae y te rompen la cabeza, es mal agüero para tu salud, y bueno para el cirujano y alguacil.

Si al salir de tu casa vieres volar cuervos, déjalos volar, y mira tú dónde pones los piés.

El mártes es dia aciago para los que caminan á pié y para los que prenden.

Si se te derrama el salero, y no eres Mendoza, véngate del agüero, y cómetele en los manjares. Y si lo eres, levántate sin comer, y ayuna el agüero como si fuera santo: que por eso se cumple en ellos el agüero de la sal, porque siempre sucede desgracia, pues lo es no comer.

Dias aciagos y horas menguadas son todos aquellos y aquellas en que topan al delincuente el alguacil, el deudor al acreedor, el tahúr al fullero, el príncipe al adulador, y el mozo rico á la ramera astuta.

Tres cosas las mejores del mundo aborrecen sumamente tres géneros de gentes: la salud los médicos, la paz los soldados, la verdad algunos escribanos y letrados.

Cómo se han de hacer las cosas y en qué di as, para que te suceda bien.

Domingo reina el Sol; es dia á propósito para comer á costa ajena, y no hace mal, aunque sea algo más de lo ordinario; porque segun Hipócrates y Galeno, no son dañosos los ahítos de balde, y está el Sol en su casa, y tú en la del otro.

Lúnes compra todo lo que hallares á ménos precio ó de balde.

Mártes toma todo lo que te dieren, y no repares en cumplimientos, que es dia de Marte; y si lo haces, te mirará en el arrepentimiento de mal aspecto.

Miércoles pide á Dios y á ventura, que quizá toparás con alguno á quien Mercurio, tocado de la vanidad, incline á darte lo que tuviere.

Juéves es dia á propósito para no creer nada que te digan los aduladores.

Viérnes es buen dia para huir del acreedor, y de la ejecución, y de la embestidura meridiana de los panzas al trote.

Sábado es buen dia para levantarte tarde, andar despacio, comer caliente, hablar mucho y vestir ancho y calzar holgado; que es Saturno viejo y amigo de su comodidad, y tiene gota, como sale de Acuario y no se ha enjugado.

De la fisonomía.

Todo hombre que tuviere el cabello ensortijado, negro y recio, dará más que hacer á los barberos; y el que criare piojos, se rascará á menudo la cabeza.

Todo hombre calvo no tendrá pelo, y si tuviere alguno, no será en la calva. A estos, si son barbados, les reluce el casco, y parecen sus caras cabezas con el pelo, y sus cabezas caras sin él.

Todo hombre de frente chica y arrugada, parecerá mono, y será ridículo para los que le vieren.

El que tuviere la frente ancha, tendrá los ojos debajo de la frente, y vivirá todos los dias de su vida; y esto es sin duda..

Quien tuviere nariz muy larga, tendrá más que sonar, y buen apodadero.

El de narices meñiques y romas, llamadas nariguetas, que hay algunos que las tienen tan pequeñas que apénas se las puede hallar en la cara el mal olor, son hombres aunque parecen otra cosa, y en vida empiezan á hacer diligencias para calaveras. No son coléricos, porque por milagro se les sube el humo á las narices, como no se las halla.

Boca grande de oreja á oreja significa tarasca ó alnafe, y mucha espuma sin freno. Y estos paran bien, porque no solo no son desbocados, pero son boca todos.

Boca pequeña y fruncida, que hace hocico de hurón y parece oído, denota escuridad en los dientes, y es como tener encías con saetera en lugar de ventana.

Boca en almíbar con humedad de balsa, que habla con perdigones y razona con zumo, ondeada de jabonaduras, con la risa nadando en salivas, más necesidad tiene de enjugador que de requiebro.

El que tiene manos muy grandes tendrá grandes dedos, y diez uñas en entrambas; y el que tuviere mucha mano, privará; y muchas manos, será valiente; y por el contrario.

Ojos vivos no huelen mal, y relucen; los pequeños tienen niñas, y los grandes mozas.

Ojos verdes y azules parecen pájaras, y no mujeres.

Ninguna mujer que tuviere buenos ojos y buena boca y buenas manos, puede ser hermosa ni dejar de ser una pantasma; porque en preciándose de ojos, tanto los duerme, y los arrulla, y los eleva, y los mece y los flecha, que no hay diablo que la pueda sufrir.

Si tiene buenas manos, tanto las esgrime y las galopea por el tocado, tecleando de araña el pelo y haciendo corvetas con los dedos por lo más fragoso del moño, que amohinará los difuntos. Pues considérame la de buenos dientes, arregazados los labios, con todas las muelas y dientes desenvainados, y en púribus los colmillos, muy preciada de regaño de mastín, y á pique del alma condenada; y veréis cuánto mejor es un neguijon fruncido, y unos ojos rezmellados y una mano de mortero, contenta con ser mano, sin introducirse en revoloteos, en sonajas, en pinzas y en taravillas de bullicios.

Mujer con cara podrida como olla, donde hay, con hocico de puerco y carne de vaca, de todo en la escarapela de facciones, más preciada de bien prendida que los que están en los calabozos; dama de la cárcel, muy presumida de los alfileres, pretendiendo pasar por lindeza lo bigarrado,—de puro bien prendida, merece que no la suelten las pascuas.

Y pues todo su caudal es ser solamente bien prendida, es razón que la llamen doña Escarióte, y que sea conocida por el prendimiento, como Judas.

Mujer tarasca y delincuente de cara, muy revesada de ojos, muy gótica de narices, muy ética de labios, muy penitente de mejillas, muy escura de encías, con dentadura de raja, y frente tan angosta que el cabello sirve de cejas,—si retrujere estas bellaquerías vivas en lo discreto, cuando pida se le ha de dar audiencia, y no joya; tenga cátedra, y no amante. Alábensele las cláusulas y las dotrinas, no el talle ni el rostro; tenga lugar en las librerías, y no en las voluntades. Y porque conviene que con ella se gaste muy poco tiempo, queremos que en las visitas, ya que no sea oida ni vista, sea solo oida, y la vista huida.

Unas viejas en duda, que se usan, que se toman de los años como del vino, y andan diciendo que la falta de dientes es corrimiento, y que las arrugas son herencia, y las canas disgustos, y los achaques pegados, y por no parecer huérfanas de la edad, llaman mal de madre el que es mal de agüela,—decimos que se les dé para su sustento una plaza de dueñas; que con esto serán viejas, y no dejarán ser mozas á las niñas á puros chismes, y tendrán venganza, ya que no pueden remedio. Y las graduamos de mujeres de bacinica, que piden para las otras.

Las mujeres que tienen las cejas en arco, y no ballesta, tendrán dos pestañas en cada ojo, y serán bien miradas si las miran bien.

En viendo un tuerto, puedes juzgar por esta ciencia que le falta un ojo.

Los bizcos son tuertos en duda, que no se sabe de qué ojo lo son.

El hombre zurdo sabe poco, porque aun no sabe cuál es su mano derecha; pues la una lo es en el lugar, y la otra en el oficio. Es gente de mala manera, porque no hace cosa á derechas.

Hombre corcovado no le trates, y júzgale por mal inclinado, pues lo anda con la corcova.

Capón, que ni es hombre ni mujer, y parece entrambas cosas, es gente intratable, que ni merece ser hombre ni se atreve á ser dueña.

Quien tuviere pequeño pié, ese sin duda calzará ménos zapato, y tendrá ménos zancajos que le roan los maldicientes.

Pié grande, que los gallegos llaman pata, si el que le tuviere dice riñendo que meterá á otro en un zapato, lo podrá cumplir sin ser valiente.

Quiromancía ó arte de adivinar por las rayas de las manos, en un capitulo breve.

Todas las rayas que vieres en las manos, oh curioso lector, significan que la mano se dobla por la palma y no por arriba, y que se dobla por las junturas; y por eso están las grandes en las coyunturas; y desas, como es cuero delicado, resultan las otras menudas. Y para ver que esto es así, mira que en el pescuezo y frente, caderas, corvas y codos y sangraduras y nalgas, por donde se arruga el pellejo, y en las plantas de los piés hay rayas. Y así habia de haber, si fuera verdad (como hay quirománticos), nalguimánticos, y frontimánticos, y codimánticos, y pescuecimánticos y piedimánticos.

Para saber todas las ciencias y artes mecánicas y liberales en un dia.

Si quieres saber todas las lenguas, habialas entre los que no las entienden, y está probado.

Si escribes comedias y eres poeta, sabrás guineo en volviendo las rr ll, y al contrario: como Francisco, Flancico; primo, plimo.

Si quieres saber vizcaíno, trueca las primeras personas en segundas, con los verbos, y cátate vizcaíno: como Juancho, quitas leguas, buenos andas vizcaíno -, y de rato en rato su Jaungoicoá.

Morisco hablarás casi con la misma abjetivacion, pronunciando muchas xx ó jj: como espadaban de jerro, boxanxé, Xorriquela y Mondoxas, mera boxanxé; y así en todo.

Francés, en diciendo bu, como niño que hace el coco; y añadiendo bon compere, y nombrando macarelage, sin descuidarte de decir la Francia, musiur y madama, está acabado.

Italiano es más fácil, pues con decir vitela, signor si, corpo dil mondo, y saber el refrán de pian pian si fa lontant y pronunciando la ch, ce, y la ce che, está sabida la lengua.

Alemán y flamenco es lengua breve, pues se aprende en un brindis, gotis, guen, garhaus mempiat, menestiat. Y para tratar de guerra, en diciendo país, duna y dique, no hay más que desear.

La arábiga no es menester más de ladrar, que es lengua de perros, y te entenderán al punto.

Griego y hebreo, como todos los que lo saben lo saben sobre su palabra, por solo que ellos dicen que le saben, dilo tú y sucederáte lo mismo.

Dejo de tratar de la jerigonza y gemianía, por ser cosa que puedes aprender de los mozos de muías.

Si quieres ser famoso médico, lo primero linda muía, sortijon de esmeralda en el pulgar, guantes doblados, ropilla larga, y en verano sombrerazo de tafetan. Y en teniendo esto, aunque no hayas visto libro, curas y eres dotor; y si andas á pié, aunque seas Galeno, eres platicante. Oficio docto, que su ciencia consiste en la muía.

La ciencia es esta: dos refranes para entrar en casa; el qué tenemos ordinario, venga el pulso, inclinar el oído, ¿ha tenido frío? Y si él dice que sí primero, decir luego: Se echa de ver. ¿Duró mucho? Y aguardar que diga cuánto, y luego decir: Bien se conoce. Cene poquito, escarolitas; una ayuda. Y si dice que no la puede recebir, decir: Pues haga por recibilla. Recetar lamedores, jarabes y purgas, para que tenga que vender el boticario, y que padecer el enfermo. Sangrarle y echarle ventosas; y hecho esto una vez, si durare la enfermedad, tornarlo á hacer hasta que ó acabes con el enfermo ó con la enfermedad. Si vive y te pagan, di que llegó tu hora; y si muere, di que llegó la suya. Pide orines, haz grandes meneos, míralos á lo claro, tuerce la boca. Y sobre todo advierte que traigas grande barba, porque no se usan médicos lampiños, y no ganarás un cuarto si no pareces limpiadera. Y á Dios y á ventura, aunque uno esté malo de sabañones, mándale luego confesar, y haz devocion la ignorancia. Y para acreditarte de que visitas casas de señores, apéate á sus puertas, y éntrate en los zaguanes, y orina y tórnate á poner á caballo; que el que te viere entrar y salir, no sabe si entraste á orinar ó nó. Por las calles vé siempre corriendo y á deshora, porque te juzguen por médico que te llaman para enfermedades de peligro. De noche haz á tus amigos que vengan de rato en rato á llamar á tu puerta en altas voces para que lo oiga la vecindad: Al señor dotor que lo llama el duque; que está mi señora la condesa muriéndose; que le ha dado al señor obispo un accidente; y con esto visitarás más casas que una demanda, y te verás acreditado, y tendrás horca y cuchillo sobre lo mejor del mundo.

Para ser caballero ó hidalgo, aunque seas judío y moro, haz mala letra, habla despacio y recio, anda á caballo, debe mucho y véte donde no te conozcan, y lo serás.

Si quieres ser letrado almendruco por madurar, que hagas mal á los pleitos, y tus alegaciones sepan á madera,—ten de memoria los títulos de los libros, dos párrafos y dos textos; y esto acomoda á todas las cosas, aunque sea sin propósito. A todas las cosas que te dijeren, di que hay ley expresa, que habla en propios términos. Si abogares, da muchas voces, y porfía; que en las leyes el que más porfía, tiene (si no más razón) más razones. A todos di que tienen justicia, por desatinos que pidan. Y sabe cierto que no hay hoy disparate en el mundo tan grande, que no tenga ley que lo apoye. Y mira si hay mayor disparate que no beber vino y no comer tocino, y tiene la ley de Mahoma que lo abone. Si no entendieres las relaciones que te hicieren de los pleitos, di que ya estás al cabo y harto de vocear el mismo caso en la chancillería. No te olvides de la ley del reino que está en romance, y ten en la memoria á Panormitano y Abad. Podrás alegar al cierto jurisconsulto y al otro, y algún refrancico; que al fin son evangelios abreviados. Y sobre todo, tendrás en tu estudio libros grandes, aunque sean de solfa ó caballerías, que hagan bulto; y algunos procesos, aunque los compres de las especerías y tiendas de aceite y vinagre. Si dijeres algo por auténtico, y te apretaren á decir en qué autor lo viste, di que en Carolo Molineo ántes que le vedaran; que por estar vedado no se podrá averiguar; ó inventa un autor de Consejos, pues salen nuevos cada día. Y no te olvides de traer chinelas, y gorra, y capa con capilla, por quien Dios es.

Si quieres ser alquimista y hacer de las piedras, yerbas, estiércol y aguas oro, hazte boticario ó herbolario, y harás oro de todo lo que vendieres. Y guárdate de quemar metales y sacar quintas esencias; que harás del oro estiércol, y no del estiércol oro.

Y si quisieres ser autor de libros de alquimia, haz lo que han hecho todos, que es fácil, escribiendo jerigonza: Recibe el rubio y mátale, y resucítale en el negro. Item, tras el rubio toma lo de abajo y súbelo, y baja lo de arriba y júntalos, y tendrás lo de arriba. Y para que veas si tiene dificultad el hacer la piedra filosofal, advierte que lo primero que has de hacer es tomar el sol, y esto es dificultoso, por estar tan Tejos. Hazte mercader, y harás oro de la seda; y tendero, y harásle del hilo, agujas y aceite y vinagre; librero, y harás oro de papel; ropero, del paño; zapatero, del cuero y suelas; pastelero, del pan; médico, de las cámaras harás oro, y de la inmundicia; y barbero, y lo harás de la sangre y pelos. Y es cierto que solos los oficiales hacen hoy oro y son alquimistas, porque los demás ántes lo deshacen y gastan.

Para ser toreador sin desgracia ni gasto, lo primero caballo prestado, porque el susto toque al dueño, y no al toreador; entrar con un lacayo solo, que por lo ménos dirán que es único de lacayo; andarse por la plaza hecho caballero antípoda del toro; si le dijeren que cómo no hace suertes, diga que esto de suertes está vedado. Mire á las ventanas, que en eso no hay riesgo. Si hubiere socorro de caballero, no se dé por entendido. En viéndole desjarretado entre picaros y muías, haga puntería y salga diciendo siempre: No me quieren; y en secreto diga: Pagados estamos. Y con esto toreará sin toros y sin caballos.

Si quieres, aunque seas un pollo, ser respetado por valiente, anda con mareta, habla duro, agobiado de espaldas, zambo de piernas, trae barba de ganchos y bigotes de guardamano, y no levantes la habla de la cama sin vaharada del trago puro; habla poco, que ya no tienen por valientes sino á los que callan. Di cuando estés vestido, que estás atravesado por mil partes. Brinda en los banquetes al ánima de Pantoja y á la honra de Escamilla y Roa. Sé cuerdo en las pendencias y loco en los banquetes, colérico en las paces y flemático en las véras; y de cuando en cuando achácate entre los amigos un herido ó dos de los que otros mojaren. Y con esto no tendrá tanta opinion como tú ningún tabardillo.

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