Fábula X. El Cazador y el Perro.

Mustafá (Perro viejo,

Lebrel en montería ejercitado,

Y de antiguas heridas señalado

Á colmillo y á cuerno su pellejo)

Seguía á un Jabalí sin esperanza

De poderle alcanzar; pero no obstante,

Azuzándole su amo á cada instante,

Á duras penas Mustafá le alcanza.

El cerdoso valiente

No escuchaba recados á la oreja;

Y así su resistencia no le deja

Cebar al Perro su cansado diente:

Con airado colmillo le rechaza,

Y bufando se marcha victorioso.

El cazador furioso

Reniega del Lebrel y de su raza.

—Viejo estoy, le responde, ya lo veo;

Mas dí, sin Mustafá ¿cuándo tuvieras

Las pieles y cabezas de las fieras

En tu casa de abrigo y de trofeo?

Miras á lo que soy, no á lo que he sido.

¡Oh suerte desgraciada!

Presente tienes mi vejez cansada,

Y mis robustos años en olvido.

Mas ¿para que me mato,

Si no he de conseguir cosa ninguna?

Es ladrar á la luna

El alegar servicios al ingrato.