Fábula XVI. La Gata mujer.

Zapaquilda la bella

Era Gata doncella

Muy recatada, no menos hermosa:

Queríala su dueño por esposa

Si Venus consintiese,

Y en mujer á la Gata convirtiese.

De agradable manera

Vino en ello la diosa placentera;

Y ved á Zapaquilda en un instante

Hecha moza gallarda, rozagante.

Celébrase la boda;

Estaba ya la sala nupcial toda

De un lucido concurso coronada;

La novia relamida, almidonada

Junto al novio galán enamorado;

Todo brillantemente preparado;

Cuando quiso la diosa

Que cerca de la esposa

Pasase un ratoncillo de repente.

Al punto que le ve, violentamente,

Á pesar del concurso y de su amante,

Salta, corre tras él, y échale el guante.

Aunque del valle humilde á la alta cumbre

Inconstante nos mude la Fortuna,

La propensión del natural es una

En todo estado, y más con la costumbre.