[Escena XII]

[Campo.]

   

 

 

Entren LISEO y LAURENCIO.

   

LAURENCIO Antes, Liseo, de sacar la espada,

quiero saber la causa que os obliga. 520

 

 

LISEO Pues bien será que la razón os diga.

 

 

LAURENCIO Liseo, si son celos de Finea,

mientras no sé que vuestra esposa sea,

bien puedo pretender, pues fui primero.

 

 

LISEO Disimuláis, a fe de caballero, 525

pues tan lejos lleváis el pensamiento

de amar una mujer tan inorante.

 

 

LAURENCIO Antes de que la quiera no os espante;

que soy tan pobre como bien nacido,

y quiero sustentarme con el dote. 530

Y que lo diga ansí no os alborote,

pues que vos, dilatando el casamiento,

habéis dado más fuerzas a mi intento,

y porque cuando llegan, obligadas,

a desnudarse en campo las espadas, 535

se han de tratar verdades llanamente;

que es hombre vil quien en el campo miente.

 

 

LISEO ¿Luego, no queréis bien a Nise?

 

 

LAURENCIO A Nise

yo no puedo negar que no la quise;

mas su dote serán diez mil ducados, 540

y de cuarenta a diez, ya veis, van treinta,

y pasé de los diez a los cuarenta.

 

 

LISEO Siendo eso ansí, como de vos lo creo,

estad seguro que jamás Liseo

os quite la esperanza de Finea; 545

que aunque no es la ventura de la fea,

será de la ignorante la ventura;

que así Dios me la dé, que no la quiero,

pues desde que la vi, por Nise muero.

 

 

LAURENCIO ¿Por Nise?

 

 

LISEO ¡Sí, por Dios!

 

 

LAURENCIO Pues vuestra es Nise, 550

y con la antigüedad que yo la quise,

yo os doy sus esperanzas y favores;

mis deseos os doy y mis amores,

mis ansias, mis serenos, mis desvelos,

mis versos, mis sospechas y mis celos. 555

Entrad con esta runfla y dadle pique;

que no hará mucho en que de vos se pique.

 

 

LISEO Aunque con cartas tripuladas juegue,

aceto la merced, señor Laurencio,

que yo soy rico, y compraré mi gusto. 560

Nise es discreta, yo no quiero el oro;

hacienda tengo, su belleza adoro.

 

 

LAURENCIO Hacéis muy bien; que yo, que soy tan pobre,

el oro solicito que me sobre;

que aunque de entendimiento lo es Finea, 565

yo quiero que en mi casa alhaja sea.

¿No están las escrituras de una renta

en un cajón de un escritorio, y rinden

aquello que se come todo el año?

¿No está una casa principal tan firme 570

como de piedra, al fin yeso y ladrillo,

y renta mil ducados a su dueño?

Pues yo haré cuenta que es Finea una casa,

una escritura, un censo y una viña,

y seráme una renta con basquiña; 575

demás que, si me quiere, a mí me basta;

que no hay mayor ingenio que ser casta.

 

 

LISEO Yo os doy palabra de ayudaros tanto,

que venga a ser tan vuestra como creo.

 

 

LAURENCIO Y yo con Nise haré, por Dios, Liseo, 580

lo que veréis.

 

 

LISEO Pues démonos las manos

de amigos, no fingidos cortesanos,

sino como si fuéramos de Grecia,

adonde tanto el amistad se precia.

 

 

LAURENCIO Yo seré vuestro Pílades.

 

 

LISEO Yo, Orestes. 585

 

 

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