Entren PEDRO, DUARDO y FENISO.- [Dichos.]
PEDRO Finea y Laurencio están
juntos.
FENISO Y él fuera de sí.
LAURENCIO Seáis los tres bien venidos
a la ocasión más gallarda 800
que se me pudo ofrecer;
y pues de los dos el alma
a sola Nise discreta
inclina las esperanzas,
oíd lo que con Finea 805
para mi remedio pasa.
DUARDO En esta casa parece,
según por los aires andas,
que te ha dado hechizos Circe:
nunca sales de esta casa. 810
LAURENCIO Yo voy con mi pensamiento
haciendo una rica traza
para hacer oro de alquimia.
PEDRO La salud y el tiempo gastas.
Igual sería, señor, 815
cansarte, pues todo cansa,
de pretender imposibles.
LAURENCIO ¡Calla, necio!
PEDRO El nombre basta
para no callar jamás;
que nunca los necios callan. 820
LAURENCIO Aguardadme mientras hablo
a Finea.
DUARDO Parte.
LAURENCIO Hablaba,
Finea hermosa, a los tres,
para el remedio que aguardas.
FINEA ¡Quítame presto el amor, 825
que con sus celos me mata!
LAURENCIO Si dices delante destos
cómo me das la palabra
de ser mi esposa y mujer,
todos los celos se acaban. 830
FINEA ¿Eso no más? Yo lo haré.
LAURENCIO Pues tú misma a los tres llama.
FINEA ¡Feniso, Düardo, Pedro!
LOS TRES ¡Señora!
FINEA Yo doy palabra
de ser esposa y mujer 835
de Laurencio.
DUARDO ¡Cosa extraña!
LAURENCIO ¿Sois testigos desto?
LOS TRES Sí.
LAURENCIO Pues haz cuenta que estás sana
del amor y de los celos
que tanta pena te daban. 840
FINEA ¡Dios te lo pague, Laurencio!
LAURENCIO Venid los tres a mi casa;
que tengo un notario allí.
FENISO Pues, ¿con Finea te casas?
LAURENCIO Sí, Feniso.
FENISO ¿Y Nise bella? 845
LAURENCIO Troqué discreción por plata.