[Escena XX]

 

 

Entren PEDRO, DUARDO y FENISO.- [Dichos.]

   

PEDRO Finea y Laurencio están

juntos.

 

 

FENISO Y él fuera de sí.

 

 

LAURENCIO Seáis los tres bien venidos

a la ocasión más gallarda 800

que se me pudo ofrecer;

y pues de los dos el alma

a sola Nise discreta

inclina las esperanzas,

oíd lo que con Finea 805

para mi remedio pasa.

 

 

DUARDO En esta casa parece,

según por los aires andas,

que te ha dado hechizos Circe:

nunca sales de esta casa. 810

 

 

LAURENCIO Yo voy con mi pensamiento

haciendo una rica traza

para hacer oro de alquimia.

 

 

PEDRO La salud y el tiempo gastas.

Igual sería, señor, 815

cansarte, pues todo cansa,

de pretender imposibles.

 

 

LAURENCIO ¡Calla, necio!

 

 

PEDRO El nombre basta

para no callar jamás;

que nunca los necios callan. 820

 

 

LAURENCIO Aguardadme mientras hablo

a Finea.

 

 

DUARDO Parte.

 

 

LAURENCIO Hablaba,

Finea hermosa, a los tres,

para el remedio que aguardas.

 

 

FINEA ¡Quítame presto el amor, 825

que con sus celos me mata!

 

 

LAURENCIO Si dices delante destos

cómo me das la palabra

de ser mi esposa y mujer,

todos los celos se acaban. 830

 

 

FINEA ¿Eso no más? Yo lo haré.

 

 

LAURENCIO Pues tú misma a los tres llama.

 

 

FINEA ¡Feniso, Düardo, Pedro!

 

 

LOS TRES ¡Señora!

 

 

FINEA Yo doy palabra

de ser esposa y mujer 835

de Laurencio.

 

 

DUARDO ¡Cosa extraña!

 

 

LAURENCIO ¿Sois testigos desto?

 

 

LOS TRES Sí.

 

 

LAURENCIO Pues haz cuenta que estás sana

del amor y de los celos

que tanta pena te daban. 840

 

 

FINEA ¡Dios te lo pague, Laurencio!

 

 

LAURENCIO Venid los tres a mi casa;

que tengo un notario allí.

 

 

FENISO Pues, ¿con Finea te casas?

 

 

LAURENCIO Sí, Feniso.

 

 

FENISO ¿Y Nise bella? 845

 

 

LAURENCIO Troqué discreción por plata.

Share on Twitter Share on Facebook