Escena XIII

Entre PEDRO, lacayo de LAURENCIO.- [LAURENCIO.]

PEDRO: ¡Qué necio andaba en buscarte

fuera de aqueste lugar! 650

 

LAURENCIO: Bien me pudieras hallar

con el alma en otra parte.

 

PEDRO: Luego, ¿estás sin ella aquí?

 

LAURENCIO: Ha podido un pensamiento

reducir su movimiento 655

desde mí, fuera de mí.

   ¿No has visto que la saeta

del reloj en un lugar

firme siempre suele estar

aunque nunca está quïeta, 660

   y tal vez está en la una,

y luego en las dos está?

Pues, así mi alma ya,

sin hacer mudanza alguna

   de la casa en que me ves, 665

desde Nise que ha querido,

a las doce se ha subido,

que es número de interés.

 

PEDRO: Pues, ¿cómo es esa mudanza?

 

LAURENCIO: Como la saeta soy, 670

que desde la una voy

por lo que el círculo alcanza.

   ¿Señalaba a Nise?

 

PEDRO: Sí.

 

LAURENCIO: Pues ya señalo en Finea.

 

PEDRO: ¿Eso quieres que te crea? 675

 

LAURENCIO: ¿Por qué no, si hay causa?

 

PEDRO: Di.

 

LAURENCIO: Nise es una sola hermosa,

Finea las doce son:

hora de más bendición,

más descansada y copiosa. 680

   En las doce el oficial

descansa, y bástale ser

hora entonces de comer,

tan precisa y natural.

   Quiero decir que Finea 685

hora de sustento es,

cuyo descanso ya ves

cuánto el hombre le desea.

   Denme, pues, las doce a mí,

que soy pobre, con mujer 690

que, dándome de comer,

es la mejor para mí.

   Nise es [ah]ora infortunada,

donde mi planeta airado,

de sextil y de cuadrado 695

me mira con frente armada.

   Finea es [ah]ora dichosa,

donde Júpiter benigno

me está mirando de trino,

con aspecto y faz hermosa. 700

   Doyme a entender que, poniendo

en Finea mis cuidados,

a cuarenta mil ducados

las manos voy previniendo.

   Esta, Pedro, desde hoy 705

ha de ser empresa mía.

 

PEDRO: Para probar tu osadía,

en una sospecha estoy.

 

LAURENCIO: ¿Cuál?

 

PEDRO: Que te has de arrepentir

por ser simple esta mujer. 710

 

LAURENCIO: ¿Quién has visto de comer,

de descansar y vestir

   arrepentido jamás?

Pues esto viene con ella.

 

PEDRO: A Nise, discreta y bella, 715

Laurencio, ¿dejar podrás

   por una boba inorante?

 

LAURENCIO: ¡Qué inorante majadero!

¿No ves que el sol del dinero

va del ingenio adelante? 720

   El que es pobre, ése es tenido

por simple; el rico, por sabio.

No hay en el nacer agravio,

por notable que haya sido,

   que el dinero no lo encubra; 725

ni hay falta en naturaleza

que con la mucha pobreza

no se aumente y se descubra.

   Desde hoy quiero enamorar

a Finea.

 

PEDRO: He sospechado 730

que a un ingenio tan cerrado

no hay puerta por donde entrar.

 

LAURENCIO: Yo sé cuál.

 

PEDRO: ¡Yo no, por Dios!

 

LAURENCIO: Clara, su boba criada.

 

PEDRO: Sospecho que es más taimada 735

que boba.

 

LAURENCIO: Demos los dos

en enamoradlas.

 

PEDRO: Creo

que Clara será tercera

más fácil.

 

LAURENCIO: De esa manera,

seguro va mi deseo. 740

 

PEDRO: Ellas vienen; disimula.

 

LAURENCIO: Si puede ser en mi mano.

 

PEDRO: ¡Que ha de poder un cristiano

enamorar una mula!

 

LAURENCIO: Linda cara y talle tiene. 745

 

PEDRO: ¡Así fuera el alma!

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