Escena XIV

FINEA y CLARA.- [Dichos.]

   

LAURENCIO Agora

conozco, hermosa señora,

que no solamente viene

   el sol de las orientales

partes, pues de vuestros ojos 750

sale con rayos más rojos

y luces piramidales;

   pero si, cuando salís

tan grande fuerza traéis,

al mediodía, ¿qué haréis? 755

 

FINEA Comer, como vos decís,

   no pirámides ni peros,

sino cosas provechosas.

 

LAURENCIO Esas estrellas hermosas,

esos nocturnos luceros 760

   me tienen fuera de mí.

 

FINEA Si vos andáis con estrellas,

¿qué mucho que os traigan ellas

arromadizado ansí?

   Acostaos siempre temprano, 765

y dormid con tocador.

 

LAURENCIO ¿No entendéis que os tengo amor

puro, honesto, limpio y llano?

 

FINEA ¿Qué es amor?

 

LAURENCIO ¿Amor? Deseo.

 

FINEA ¿De qué?

 

LAURENCIO De una cosa hermosa. 770

 

FINEA ¿Es oro? ¿Es diamante? ¿Es cosa

destas que muy lindas veo?

 

LAURENCIO No; sino de la hermosura

de una mujer como vos,

que, como lo ordena Dios, 775

para buen fin se procura;

   y esta, que vos la tenéis,

engendra deseo en mí.

 

FINEA Y yo, ¿qué he de hacer aquí,

si sé que vos me queréis? 780

 

LAURENCIO Quererme. ¿No habéis oído

que amor con amor se paga?

 

FINEA No sé yo cómo se haga,

porque nunca yo he querido,

   ni en la cartilla lo vi, 785

ni me lo enseñó mi madre.

Preguntarélo a mi padre...

 

LAURENCIO Esperaos, que no es ansí.

 

FINEA Pues, ¿cómo?

 

LAURENCIO Destos mis ojos

saldrán unos rayos vivos, 790

como espíritus visivos,

de sangre y de fuego rojos,

   que se entrarán por los vuestros.

 

FINEA No, señor; arriedro vaya

cosa en que espíritus haya. 795

 

LAURENCIO Son los espíritus nuestros,

   que juntos se han de encender

y causar un dulce fuego

con que se pierde el sosiego,

hasta que se viene a ver 800

   el alma en la posesión,

que es el fin del casamiento;

que con este santo intento

justos los amores son,

   porque el alma que yo tengo 805

a vuestro pecho se pasa.

 

FINEA ¿Tanto pasa quien se casa?

 

PEDRO [A CLARA.]

Con él, como os digo, vengo

   tan muerto por vuestro amor,

que aquesta ocasión busqué. 810

 

CLARA ¿Qué es amor, que no lo sé?

 

PEDRO ¿Amor? ¡Locura, furor!

 

CLARA Pues, ¿loca tengo de estar?

 

PEDRO Es una dulce locura,

por quien la mayor cordura 815

suelen los hombres trocar.

 

CLARA Yo, lo que mi ama hiciere,

eso haré.

PEDRO Ciencia es amor,

que el más rudo labrador

a pocos cursos la adquiere. 820

   En comenzando a querer,

enferma la voluntad

de una dulce enfermedad.

 

CLARA No me la mandes tener;

   que no he tenido en mi vida 825

sino solos sabañones.

 

FINEA ¡Agrádanme las liciones!

 

LAURENCIO Tú verás, de mí querida,

   cómo has de quererme aquí;

que es luz del entendimiento 830

amor.

 

FINEA Lo del casamiento

me cuadra.

 

LAURENCIO Y me importa a mí.

 

FINEA Pues, ¿llevaráme a su casa

y tendráme allá también?

 

LAURENCIO Sí, señora.

 

FINEA Y, ¿eso es bien? 835

 

LAURENCIO Y muy justo en quien se casa.

   Vuestro padre y vuestra madre

casados fueron ansí:

deso nacistes.

 

FINEA ¿Yo?

 

LAURENCIO Sí.

 

FINEA Cuando se casó mi padre, 840

   ¿no estaba yo allí tampoco?

 

LAURENCIO [Aparte.]

¿Hay semejante ignorancia?

Sospecho que esta ganancia

camina a volverme loco.

 

FINEA Mi padre pienso que viene. 845

 

LAURENCIO Pues voyme. Acordaos de mí.

 

[Vase.]

   

FINEA ¡Que me place!

 

CLARA ¿Fuese?

 

PEDRO Sí,

y seguirle me conviene.

Tenedme en vuestra memoria.

[Vase. ]

CLARA Si os vais, ¿cómo?

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