FINEA y CLARA.- [Dichos.]
LAURENCIO Agora
conozco, hermosa señora,
que no solamente viene
el sol de las orientales
partes, pues de vuestros ojos 750
sale con rayos más rojos
y luces piramidales;
pero si, cuando salís
tan grande fuerza traéis,
al mediodía, ¿qué haréis? 755
FINEA Comer, como vos decís,
no pirámides ni peros,
sino cosas provechosas.
LAURENCIO Esas estrellas hermosas,
esos nocturnos luceros 760
me tienen fuera de mí.
FINEA Si vos andáis con estrellas,
¿qué mucho que os traigan ellas
arromadizado ansí?
Acostaos siempre temprano, 765
y dormid con tocador.
LAURENCIO ¿No entendéis que os tengo amor
puro, honesto, limpio y llano?
FINEA ¿Qué es amor?
LAURENCIO ¿Amor? Deseo.
FINEA ¿De qué?
LAURENCIO De una cosa hermosa. 770
FINEA ¿Es oro? ¿Es diamante? ¿Es cosa
destas que muy lindas veo?
LAURENCIO No; sino de la hermosura
de una mujer como vos,
que, como lo ordena Dios, 775
para buen fin se procura;
y esta, que vos la tenéis,
engendra deseo en mí.
FINEA Y yo, ¿qué he de hacer aquí,
si sé que vos me queréis? 780
LAURENCIO Quererme. ¿No habéis oído
que amor con amor se paga?
FINEA No sé yo cómo se haga,
porque nunca yo he querido,
ni en la cartilla lo vi, 785
ni me lo enseñó mi madre.
Preguntarélo a mi padre...
LAURENCIO Esperaos, que no es ansí.
FINEA Pues, ¿cómo?
LAURENCIO Destos mis ojos
saldrán unos rayos vivos, 790
como espíritus visivos,
de sangre y de fuego rojos,
que se entrarán por los vuestros.
FINEA No, señor; arriedro vaya
cosa en que espíritus haya. 795
LAURENCIO Son los espíritus nuestros,
que juntos se han de encender
y causar un dulce fuego
con que se pierde el sosiego,
hasta que se viene a ver 800
el alma en la posesión,
que es el fin del casamiento;
que con este santo intento
justos los amores son,
porque el alma que yo tengo 805
a vuestro pecho se pasa.
FINEA ¿Tanto pasa quien se casa?
PEDRO [A CLARA.]
Con él, como os digo, vengo
tan muerto por vuestro amor,
que aquesta ocasión busqué. 810
CLARA ¿Qué es amor, que no lo sé?
PEDRO ¿Amor? ¡Locura, furor!
CLARA Pues, ¿loca tengo de estar?
PEDRO Es una dulce locura,
por quien la mayor cordura 815
suelen los hombres trocar.
CLARA Yo, lo que mi ama hiciere,
eso haré.
PEDRO Ciencia es amor,
que el más rudo labrador
a pocos cursos la adquiere. 820
En comenzando a querer,
enferma la voluntad
de una dulce enfermedad.
CLARA No me la mandes tener;
que no he tenido en mi vida 825
sino solos sabañones.
FINEA ¡Agrádanme las liciones!
LAURENCIO Tú verás, de mí querida,
cómo has de quererme aquí;
que es luz del entendimiento 830
amor.
FINEA Lo del casamiento
me cuadra.
LAURENCIO Y me importa a mí.
FINEA Pues, ¿llevaráme a su casa
y tendráme allá también?
LAURENCIO Sí, señora.
FINEA Y, ¿eso es bien? 835
LAURENCIO Y muy justo en quien se casa.
Vuestro padre y vuestra madre
casados fueron ansí:
deso nacistes.
FINEA ¿Yo?
LAURENCIO Sí.
FINEA Cuando se casó mi padre, 840
¿no estaba yo allí tampoco?
LAURENCIO [Aparte.]
¿Hay semejante ignorancia?
Sospecho que esta ganancia
camina a volverme loco.
FINEA Mi padre pienso que viene. 845
LAURENCIO Pues voyme. Acordaos de mí.
[Vase.]
FINEA ¡Que me place!
CLARA ¿Fuese?
PEDRO Sí,
y seguirle me conviene.
Tenedme en vuestra memoria.
[Vase. ]
CLARA Si os vais, ¿cómo?