XVII

Escritos los tres sonetos últimos dirigidos a mi amada y en los que le refería mi estado, creí oportuno callar ya, pues me pareció haber hablado bastante de mí. Y comoquiera que después dejé de dirigirme a ella, convínome tratar materia nueva y más noble que la pasada. Diré, con la mayor brevedad posible, lo que fue motivo de ella, ya que es agradable de oír.

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