El rey muéstrase benévolo hacia el Cid
Entonces estas palabras fue el rey Alfonso a decir:
“A Dios y a San Isidoro agradezco este gentil don de doscientos caballos que me envía Mío Cid.
Mientras que mi reino dure mejor me podrá servir.
A vos, Minaya, y a vos, Bermúdez, que estáis aquí, mandaré que se os dé ricamente de vestir, y todas las buenas armas que vos quisiereis pedir, por que lleguéis más apuestos delante de Mío Cid.
Tres caballos os regalo, podéis cogerlos de aquí.
Contento estoy y ya oigo una voz dentro de mí
que me dice que estas cosas han de parar en buen fin”.