CIV. Garantías dadas a los Justos: Admisiones a los Pecadores ya los Falsificadores de las Palabras de Rectitud.

CAPÍTULO CIV.

1. Os juro que en el cielo los ángeles os recordarán para bien ante la gloria del Grande: y vuestros nombres están escritos ante la gloria del Grande. 2. Ten esperanza; porque en otro tiempo fuisteis avergonzados por el mal y la aflicción; pero ahora resplandeceréis como las luces del cielo, resplandeceréis y seréis vistos, y las puertas del cielo se os abrirán. 3. Y en vuestro clamor, clamad por juicio, y se os aparecerá; porque toda vuestra tribulación recaerá sobre los gobernantes, y sobre todos los que socorrieron a los que os despojaron. 4. Ten esperanza, y no deseches tu esperanza; porque tendréis gran gozo como los ángeles del cielo. 5. ¿Qué estaráis obligados a hacer? No tendréis que esconderos en el día del gran juicio y no seréis hallados como pecadores, y el juicio eterno estará lejos de vosotros por todas las generaciones del mundo. 6. Y ahora, no temáis, vosotros justos, cuando veáis a los pecadores fortalecerse y prosperar en sus caminos: no seáis compañeros de ellos, sino alejaos de su violencia; porque seréis compañeros de las huestes del cielo. 7. Y, aunque vosotros, pecadores, decís: 'Todos nuestros pecados no serán buscados ni escritos', sin embargo, ellos escribirán todos vuestros pecados cada día. 8. Y ahora os muestro que la luz y la oscuridad, el día y la noche, ven todos vuestros pecados. 9. No seáis impíos en vuestros corazones, y no mintáis, ni alteréis las palabras de rectitud, ni acuséis de mentirosas las palabras del Santo Grande, ni tengáis en cuenta vuestros ídolos; porque todas vuestras mentiras y todas vuestras impiedades no resultan en justicia sino en gran pecado. 10. Y ahora sé este misterio, que los pecadores alterarán y pervertirán las palabras de justicia de muchas maneras, y hablarán palabras malvadas, y mentirán, y practicarán grandes engaños, y escribirán libros acerca de sus palabras. 11. Pero cuando escriban con verdad todas mis palabras en sus idiomas, y no cambien ni minimicen mis palabras, sino que las escriban todas con verdad, todo lo que primero testifiqué acerca de ellos. 12. Entonces, conozco otro misterio, que los libros serán dados a los justos ya los sabios para que sean motivo de alegría y rectitud y mucha sabiduría. 13. Y a ellos se les darán los libros, y creerán en ellos y se regocijarán por ellos, y entonces serán recompensados todos los justos que hayan aprendido de ellos todos los caminos de la rectitud.

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