II

El perfume

 

Lector, ¿alguna vez has respirado

Con embriaguez y lenta golosina

El grano de incienso que satura una iglesia,

O de un "sachet" el almizcle inveterado?

¡Encanto profundo, mágico, con que nos embriaga

En el presente el pasado revivido!

Así el amante sobre un cuerpo adorado

Del recuerdo recoge la flor exquisita.

De sus cabellos elásticos y pesados,

Viviente "sachet", incensario de la alcoba,

Un aroma subía, salvaje y fiero,

Y de sus ropas, muselina o terciopelo,

Todas impregnadas de su juventud pura,

Se desprendía un perfume de piel.

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