Mas... ¿qué estridente y mágico alarido
la ronca voz de la tormenta trae?
Triste... vago... constante y dolorido,
cual fuego ardiente, en mis entrañas cae.
Cae, y ahuyenta de mi lecho el sueño...
¡Ah! ¿Cómo he de dormir...? locura fuera,
fuera locura y temerario empeño
que con gemidos tales me durmiera.
¡Ah! ¿Cómo he de dormir? ese lamento,
ese grito de angustia que percibo,
esa expresión de amargo sufrimiento
no pertenece al mundo en que yo vivo.