A LA LUZ

¡Oh luz radiante, que al bajar del cielo

Embelleces la tierra y la iluminas!

¿Qué serian sin tí las peregrinas

Beldades que despiertan dulce anhelo?

¿Qué las flores y el mar, y el verde suelo,

Y las gotas del agua diamantinas?

¿Qué la vida sin tí? ¿qué las divinas

Obras que el génio nos dejó en su vuelo?

Del alma agradecida suba el canto,

Suba á tu fuente, ¡oh luz! entre el incienso

Del orbe que en tí funda su tesoro,

Porque revelas del Eterno y Santo

Dios de los cielos, el poder inmenso,

En los raudales de tus rayos de oro.