CANTA!

Tal como suele de la noche umbría

Interrumpir el ruiseñor canoro

La calma y soledad, con el sonoro

Canto de amores que á su bien envía;

Como vaga en los bosques la armonía

De arpadas aves en amable coro,

Llegó á mí tu voz, y allí un tesoro

Hallé de encantos para el alma mía.

¡Oh niña hermosa! si cantando hiciste

Latir mi corazón endurecido

Por las tormentas del pasado triste,

Canta otra vez y del placer perdido

Las horas volverán, pues nada existe

Cual de tu voz angélica el sonido.