Escena III

Curianito el Nene, Dona Curiana y Silvia.

Curianito el Nene es un gentil y atildado muchachito, cuya originalidad consiste en pintarse las puntas de las antenas y la pata derecha con polen de azucena. Es poeta visionario que, aleccionado por la Curiana Nigromantica, de la que es discípulo, espera un gran misterio que ha de decidir su vida… Trae en una de sus patas-manos una cortecita de árbol donde estaba escribiendo un poema… Doña Curiana viene a su lado, encomiando la fortuna de Silvia. Esta se dedica a coquetear con la margarita a un lado y a otro, y, colocándose una patita sobre la cara, suspira arrobada. Ya quema el sol.

CURIANITO.— (Aparte.)
¡Que no me caso madre!
Ya os he dicho mil veces
que no quiero casarme.

DOÑA CURIANA.— (Llorando.)
Tu lo que tienes ganas
es de martirizarme.

CURIANITO.— Yo no la quiero, madre.

DOÑA CURIANA.— Pero si eso es igual…

CURIANITO.— Sin amor no me caso.

DOÑA CURIANA.— Ella tiene un cristal
Ella tiene un cristal
Precioso, que encontró
Una noche su abuelo,
Muy azul; el creyó
Que era un trozo de cielo.
Tiene casa espaciosa,
El troje bien repleto.
¡Mira, si es una sosa!
¡Requiébrala discreto!
Dile que te enamora
Su carita de estrella;
Que te pasas las horas
Sólo pensando en ella.
¡Te tienes que casar!

(En voz alta)

Hazlo sólo por mí
Yo me voy a guisar,
Quedaos los dos aquí.

(Vase)

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