*

Lirios de espuma cien y cien estrellas

bajaron a la ausencia de las ondas.

Seda en tambor, el mar queda tirante,

mientras Favonio suena y Tetis canta.

Palabras de cristal y brisa oscura,

redondas sí, los peces mudos hablan.

Academia en el claustro de los iris

bajo el éxtasis denso y penetrable.

Llega bárbaro puente de delfines

donde el agua se vuelve mariposas,

collar de llanto en las arenas finas,

volante a la sin brazos cordillera.

Share on Twitter Share on Facebook