«Ven, Himeneo, ven donde te espera
Con ojos y sin alas un Cupido, Cuyo cabello intonso dulcemente
Niega el vello que el bulto ha colorido:
El vello, flores de su Primavera,
Y rayos el cabello de su frente.
Niño amó la que adora adolescente,
Villana Psiques, Ninfa labradora
De la tostada Ceres. Ésta, ahora,
En los inciertos de su edad segunda
Crepúsculos, vincule tu coyunda
A su ardiente deseo.
Ven, Himeneo, ven; ven, Himeneo. »