renace la calma

Una calma aparente, cierto, pero que permitía ya ir ocupándonos de otros problemas de interés. Mi Sindicato decidió que yo debía continuar el rodaje de mi película, pues que de este trabajo dependía la nutrición de muchas familias, cuyos miembros jóvenes estaban ya en los frentes. Y reanudé el trabajo.

No voy a relatar aquí los inconvenientes y los serios obstáculos con que tropezaba en mi labor, especialmente en lo que a los medios de transporte concierne. ¡Pero había que trabajar! A menudo me encontraba con que me faltaban varios actores de un conjunto. ¡Se habían marchado a los frentes!

Para el que conozca el progreso de realización de una película, será cosa fácil darse cuenta de lo que significaban estas defecciones, que, por otro lado, yo no podía ni debía condenar, puesto que la guerra era, es y será siempre, antes que nada. Otro problema vino a complicarme la situación: la falta de carne para los leones que en mi película tomaban parte. El domador, Georges Marck y la artista Marlène Grey, franceses ambos y adictos a nuestra causa, corrían grave peligro, pues las fieras, hambrientas, podían causar una catástrofe irreparable. Pero, gracias a la buena comprensión y a la desinteresada ayuda de los compañeros del Sindicato Único de la Gastronomía, las pobres fieras pudieron nutrirse de vez en cuando...

Sin embargo, una tarde, la artista francesa Marlene Grey, que actuaba totalmente desnuda (se la llamaba en Madrid la "Venus Rubia") dentro de la jaula, en medio de los cuatro leones, estuvo a punto de ser devorada por uno de ellos, durante el rodaje de una escena en el estudio cinematográfico de la plaza del Conde de Barajas, en Madrid.

En tales condiciones trabajaba yo aquellos días, cuando una tarde recibí la visita de un compañero, proponiéndome, apenas terminase mi película, organizar un equipo y marchar a los frentes de lucha para impresionar nuestras gestas. Cotiello, que así se llamaba este compañero, empezó él mismo los trabajos de organización para la expedición, ayudado por el compañero Jerez, de nuestro Sindicato. Mientras tanto, yo aceleraba mi trabajo para la rápida terminación de mi película

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