Nada de singular y maravilloso ofrece aquella región, si exceptuamos la grandeza y el número de los ríos que posee. No dejaré con todo de notar una maravilla, si es que lo sea, que a más de los ríos y de lo dilatado de aquella llanura, allí se presenta, y es el vestigio de la planta del pie de Hércules que muestran impreso en una piedra, el cual en realidad se parece a la pisada de un hombre: no tiene menos de dos codos y está cerca del río Tiras. Pero basta lo dicho de cuentos y tradiciones, volvamos a tomar el hilo de la historia que antes íbamos contando.