Al tiempo que Darío hacía sus preparativos contra los escitas, enviando sus comisarios con orden de intimar a unos que le aprontasen la infantería, a otros la armada naval, a otros que le fabricasen un puente de naves en el Bósforo de Tracia, su hermano Artabano, hijo también de Histaspes, de ningún modo aprobaba que se hiciese la guerra a los escitas, dando por motivo que era una nación falta de todo y necesitada; pero viendo que sus consejos no hacían fuerza al rey, siendo en realidad los mejores, cesó en ellos y dejó correr los negocios. Cuando todo estuvo aprontado, Darío partió con su ejército desde Susa.