Del mismo Sófanes se refiere otro hecho famoso: que en el sitio puesto por los atenienses a Egina mató en un desafío al argivo Euribato, atleta célebre, que había sido declarado vencedor en el Pentatlo, o en los cinco juegos olímpicos. Pero algún tiempo después, hallándose nuestro Sófanes como general entre los atenienses en compañía de Leargo, hijo de Glaucon, tuvo la desgracia de morir en Dato a manos de los Edonos, habiéndose portado como buen militar en la guerra que a estos pueblos se hacía por razón de las minas de oro que poseían.