Así se terminó la competencia de los pretendientes, y de ella dimanó la gran rama y celebridad de los Alcmeónidas por toda la Grecia. De este matrimonio nació aquel Clístenes que ordenó las filas y la democracia en Atenas, llamado así en memoria de su abuelo materno Clístenes el sicionio. Nacióles también Hipócrates, quien tuvo por hijos otro Megacles y otra Agarista, llevando ésta el nombre de la Agarista hija de Clístenes. La segunda Agarista habiendo casado con Jantipo, hijo de Arifon, tuvo un sueño estando en cinta, en que le pareció que había parido un león; y poco después parió a Pericles, hijo de Jantipo.