El ejército de tierra se hallaba a la sazón atrincherado en Macedonia, cuando los Brigos, pueblos de la Tracia, embistieron en la oscuridad de la noche contra las tropas de Mardonio, logrando matar mucho número de ellas, y aun herir al mismo general, bien que esta sorpresa nocturna no pudo librarlos del yugo y servidumbre de los persas, no habiéndose retirado Mardonio de aquellos contornos hasta tanto que hubo rendido y domado a los Brigos. Vencidos éstos, pensó luego, con todo en volver atrás con su ejército entero, obligado a ello así por la pérdida que sus tropas terrestres habían sufrido en la pasada refriega con los Brigos, como por el gran naufragio que la armada había padecido en el promontorio Atos. Malograda con esto Lía la jornada, se retiró al Asia todo el ejército con mengua y pérdida de su reputación.