XXV

De este modo los samios que se habían escapado del dominio de los medos, lograron sin ningún trabajo hacerse dueños de Zancla, una de las más bellas ciudades. Después de la batalla naval que se dio por causa da Mileto, los fenicios, por orden de los persas, restituyeron a Samos a Eaces el hijo de Silosonte, en atención a lo bien que con ellos se había portado. Los samios, en efecto, por haber retirado sus naves del combate naval de los jonios, lograron ser los únicos entre los que se habían sublevada contra Daría que librasen del incendio sus templos y ciudades. Tomada ya Mileto, nada tardaron los persas en recobrar la Caria, cuyas ciudades, parte entregadas a discreción, parte rendidas por fuerza, iban de nuevo agregando al imperio.

Share on Twitter Share on Facebook