Tiempo es ya de volver a Histieo, que se hallaba en las cercanías de Bizancio apresando las naves mercantiles de los jonios que procedían del Ponto, cuando le llegó la nueva de lo que acababa de suceder en Malo. Apenas la recibió, hízose a la vela con sus lesbios hacia Quío, dejando el cuidado de la piratería en el Helesponto a Bisaltes, natural de Abido e hijo de Apolofanes; y llegada ya a aquella isla, tuvo una refriega con la guarnición de un fuerte llamado Cela que no quería admitirle en aquel lugar, y mató en ella no pocos de aquellos defensores. Con esta logró hacerse dueño de una pequeña ciudad de la isla, de cuyo puerto salía con los lesbios de su comitiva y se iba apoderando de las galeras maltratadas de los de Quío, que escapadas de la batalla naval se volvían a su patria.