CLXXI

Pero dejada ya esta digresión que hice de mi historia para decir algo de las cosas de Regio y de Tarento, volvamos a Creta, adonde, según cuentan los Presios, pasaron a vivir como en una tierra despoblada muchos hombres, especialmente de los griegos. En la tercera edad, después de muerto Minos, sucedió la expedición contra Troya, en la cual no se mostraron los Cretenses los peores defensores de Menelao, en pena de cuya defensa y del descuido de vengar a Minos, vueltos ya de Troya, viéronse asaltados del hambre y de la peste, así hombres como ganados; de suerte que habiendo sido segunda vez despoblada Creta, son los Cretenses que ahora la habitan los terceros colonos de ella mezclados con los pocos que allí habían quedado. La Pitia, al fin, recordando a los Cretenses estas memorias, les hizo desistir del socorro que deseaban dar a los griegos.

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