Prosigue en la misma materia. Es muy bueno para después de haber recibido el Santísimo Sacramento 1. Pues en esta petición, de cada día parece que «para siempre».
Estando yo pensando por qué, después de haber dicho el Señor: cada día, tornó a decir: dánoslo hoy, ser nuestro cada día, me parece a mí, porque acá le poseemos en la tierra y le poseeremos también en el cielo, si nos aprovechamos bien de su compañía; pues no se queda para otra cosa con nosotros, sino para ayudarnos y animarnos y sustentarnos a hacer esta voluntad que hemos dicho se cumpla en nosotros.
2. El decir hoy me parece es para un día, que es mientras durare el mundo, no más. ¡Y bien un día! Y para los desventurados que se condenan, que no le gozarán en la otra, no es a su culpa si se dejan vencer, que Él no los deja de animar hasta el fin de la batalla. No tendrán con qué disculparse ni quejarse del Padre porque se le tomó al mejor tiempo. Y así le dice su Hijo que, pues no es más de un día, se le deje ya pasar en servidumbre; que pues Su Majestad ya nos le dio y envió al mundo por sola su voluntad, que Él quiere ahora por la suya propia no desampararnos, sino estarse aquí con nosotros para más gloria de sus amigos y pena de sus enemigos. Que no pide más de hoy, ahora nuevamente; que el habernos dado este pan sacratísimo para siempre, cierto lo tenemos. Su Majestad nos le dio -como he dicho-este mantenimiento y maná de la Humanidad, que le hallamos como queremos, y que, si no es por nuestra culpa, no moriremos de hambre; que, de todas cuantas maneras quisiere comer el alma, hallará en el Santísimo Sacramento sabor y consolación. No hay necesidad, ni trabajo, ni persecución que no sea fácil de pasar, si comenzamos a gustar de los suyos.
3. Pedid vosotras, hijas, con este Señor al Padre que os deje «hoy» a vuestro Esposo, que no os veáis en este mundo sin Él; que baste, para templar tan gran contento, que quede tan disfrazado en estos accidentes 123
de pan y vino, que es harto tormento para quien no tiene otra cosa que amar, ni otro consuelo; mas suplicadle que no os falte y que os dé aparejo para recibirle dignamente.
4. De otro pan no tengáis cuidado, las que de muy de veras os habéis dejado en la voluntad de Dios; digo que en estos tiempos de oración que tratáis cosas más importantes, que tiempos hay otros para que trabajéis y ganéis de comer. Mas con el cuidado no curéis gastar en eso el pensamiento en ningún tiempo; sino trabaje el cuerpo, que es bien procuréis sustentaros, y descanse el alma. Dejad ese cuidado -
como largamente queda dicho- a vuestro Esposo, que Él le tendrá siempre.
5. Es como si entra un criado a servir; tiene cuenta con contentar a su señor en todo; mas él está obligado a dar de comer al siervo mientras está en su casa y le sirve, salvo si no es tan pobre que no tiene para sí ni para él. Acá cesa esto: siempre es y será rico y poderoso.
Pues no sería bien andar el criado pidiendo de comer, pues sabe tiene cuidado su amo de dárselo y le ha de tener. Con razón le dirá que se ocupe él en servirle y en cómo contentarle, que, por andar ocupado el cuidado en lo que no le ha de tener, no hace cosa a derechas.
Así que, hermanas, tenga quien quisiere cuidado de pedir ese pan; nosotras pidamos al Padre Eterno merezcamos recibir el nuestro pan celestial de manera que, ya que los ojos del cuerpo no se pueden deleitar en mirarle, por estar tan encubierto, se descubra a los del alma y se le dé a conocer; que es otro mantenimiento de contentos y regalos y que sustenta la vida.
6. ¿Pensáis que no es mantenimiento aun para estos cuerpos este santísimo manjar, y gran medicina aun para los males corporales? Yo sé que lo es y conozco una persona de grandes enfermedades que, estando muchas veces con graves dolores, como con la mano se le quitaban y quedaba buena del todo. Esto, muy ordinario, y de males muy conocidos, que no se podían fingir, a mi parecer. Y porque de las maravillas que hace este santísimo Pan en los que dignamente le reciben son muy notorias, no digo muchas que pudiera decir de esta persona que he dicho -que lo podía yo saber y sé que no es mentira-.