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Caballo. Caballos de combate o destriers; por qué así llamados, I. Caballos que se sustituyen en medio de la carrera. Caballos bien amaestrados, de los mamelucos. Del caballo de Alejandro y del de César. Ir a caballo, ejercicio muy saludable. Jinetes; en qué circunstancias les ordenaban los generales romanos echar pie a tierra e n el combate. Combates a caballo; cuáles eran sus inconvenientes. Los masilianos se servían de sus caballos sin silla ni brida. Caballos rebeldes de los asirios. Sangre y orines de los caballos bebidos en situaciones extremas. Caballos tan estimados de los americanos como de los españoles. Caballos destripados para resguardarse del frío. Caballos esquilados para ser conocidos triunfalmente. Destreza sorprendente de un hombre a caballo. Otros ejemplos del mismo género.

Cabras. Adquieren cariño a las criaturas que amamantan, I.

CALCONDYLE, historiador griego, II.

CALÍGULA. Destruye una hermosa casa; por qué causa, I.

CAMBISES. Lo que le determinó a matar a su hermano, II.

Caníbales o salvajes de América (véase AMÉRICA).

CANIO (Julio), noble romano. Se aplicó, moribundo, a observar el efecto de la muerte, I.

CAPILUPO (Lelio), famoso antor de centones, I.

CARAFFA (Antonio), Cardenal. Su maestresala, I.

Cargos. Designados con nombres retumbantes, I. Grandes empleos otorgados al acaso, II. Lo que los filósofos recomiendan a quienes ejercen cargos públicos. Por qué éstos no deben apasionar con exceso.

CARILO, lacedemonio. Su circunspección en un acceso de cólera, II.

CARLOS V, Emperador. Lo que decía de los capitanes y de los soldados de Francisco I. Cual fue de entre todas sus acciones la más relevante.

CARLOS VIII, Rey de Francia. Cuál fue, hasta cierto punto, la causa de la rapidez do sus conquistas en Italia, I. Servicio que le prestó su caballo en la batalla de Fornosa.

CARONDAS. Castigaba a los que frecuentaban las malas compañías, I.

CARNAVALET. Era el jinete más diestro que Montaigne conociera, I.

CARNÉADES. Excesivamente apasionado al estudio, I. Sostuvo que la gloria es por sí misma apetecible, II. Noble opinión de este filósofo.

CARO (Aníbal). Elogio de sus cartas, I.

Carta. Si la lectura de una carta debe ser aplazada, I.

Cartagineses. Bárbara superstición que los impulsó a inmolar criaturas a Saturno, I.

CARTAGO. Sus habitantes lanzados en una confusión instantánea, ocasionada por el terror pánico, I.

Casados. Cómo deben conducirse en el tálamo nupcial, I.

CASIO SEVERO. Hablaba mejor cuando no se preparaba de antemano, I. Palabras de este orador.

CASTALIO (Sebastián). Sabio, muerto de miseria en Alemania, I.

CASTEL (Santiago del), obispo de Soissons. Su muerte voluntaria, I.

CASTIDAD. Es un deber que las mujeres observan difícilmente en todo su rigor, II. Lo que debe animarlas a ser concienzudamente castas. Extensión de este deber. La castidad depende de la inocencia de la voluntad; varios ejemplos. La curiosidad, en punto a la castidad de las mujeres, es cosa ridícula y perniciosa.

Castigos. Por qué no debieran ser suministrados por personas encolerizadas, II.

CASTILLON (Almirante de). Véase COLIGNI.

CATENA. Suplicio de este bandido italiano, I.

CATÓN el Antiguo o el Censor. Su parsimonia, I. Reproche que se le hizo por gustar de la buena bebida. Se le ocurrió muy tarde estudiar el griego, II.

CATÓN el Joven. Como ridiculizó los chistes que Cicerón esparciera en una de sus oraciones, I. Juicios diversos sobre su muerte. Hermosos rasgos de cinco poetas latinos en su loor, comparados y juzgados. Catón en perfecta calma en la víspera de un motín, en el cual debía tomar parte importante. Su virtud le llevó a la muerte. Con qué firmeza y tranquilidad de alma la afrontó. Su muerte, menos hermosa que la de Sócrates. Su virtud, más pura que la de Catón el Censor, II.

CATULO. En qué cualidades supera a Marcial, I.

CATULO (Q. Latatio). Por qué huyó en un combate, I.

CAUNIANOS. Expulsaban de su país a los dioses extranjeros, I.

CAUPENE, en Chatosse (Barón de), II.

CEA, isla de Negroponto. Historia singular de una mujer de esta región, I.

CELIO el orador. Se encoleriza contra un hombre que por no irritarle evitaba contradecirle, II.

Celos. Acción extraordinaria que engendra esta pasión, II. Su injusticia. Los más cuerdos fueron los menos sensibles a ella. Cuanto los celos atormentan a las mujeres, y cuán ociosas se nos muestran a ellos abandonado. Los celos de la mujer son funestos para el marido.

Comentarios. Por qué han sido puestos en el interior de las ciudades, I.

CÉSAR, excelente capitán, ambicionó también ser conocido como buen ingeniero, I. Lo que dice a un soldado derruido por la vejez. Su intrepidez frente a sus legiones insubordinadas. Medios que puso en juego para hacerse amar de sus enemigos. Iba con la cabeza descubierta ante sus tropas. Si lloró sinceramente la muerte de Pompeyo. Por qué escribió su propia historia. Deudas que contrajo para alcanzar el poder supremo. Era magistral jinete. Tenía un caballo especial que sólo él pudo montar. Por qué se le llamó sponda regis Nicomedis. Elogio de sus Comentarios. Hay en ellos equivocaciones. Con qué motivo Montaigne se llama bandido. Singular muestra de clemencia de César. Cuál era para él la muerte más deseable, II. Vendió y donó reinos, siendo sólo simple ciudadano. Los placeres del amor nunca le impidieron aprovechar la ocasión de engrandecerse. Su rara sobriedad. En qué circunstancia Catón le llamó borracho. Su dulzura y su clemencia para con sus enemigos. Miramientos que mostraba para con sus amigos. Su justicia. Su ambición desenfrenada hizo odiosa su memoria para todos los hombres de bien. Sus Comentarios debieran ser el breviario de todo militar. Como tranquilizaba sus tropas cuando las veía alarmadas por el temor, a causa de las fuerzas superiores enemigas. Acostumbraba a sus soldados a obedecerle, sin que se informaran de sus designios. Distraía a sus enemigos para sorprenderlos con mayor provecho. Qué virtud exigía de sus soldados. Dejábalos libertad suma y quería que fueran ricamente ataviados. A veces los trataba con excesiva severidad. Por qué mandó constituir un puente sobre Rhin. Por qué gustaba arengar a sus soldados. Rapidez de sus expediciones militares. Quería verlo todo por sí mismo. Prefería las victorias ganadas por prudencia a las alcanzadas por la fuerza de las armas. Era en sus empresas más circunspecto que Alejandro, y se lanzaba resueltamente en el peligro cuando las circunstancias así lo requerían, II. Su constancia y su firmeza en el cerco de Alesia, I. Para él no eran aptos toda suerte de medios, a fin de conseguir la victoria. Sabía nadar muy bien y de ello alcanzó gran provecho. Afecto que sus soldados le profesaban, I. Memorables ejemplos de intrepidez y desprendimiento que sus gentes mostraron en su servicio. Inhumanidad de César, empeñado en una guerra civil. Cómo sus vestiduras trastornaron toda Roma, cosa que con su muerte no aconteció.

CESTIO. Tratamiento que recibió por haber menospreciado la elocuencia de Cicerón, I.

CICERÓN. Aconsejaba la soledad, I. Escaso fundamento de este consejo. Designio con que publicó las cartas que escribió a sus amigos. Por qué dio la libertad a uno de sus esclavos. Juicio de Montaigne sobre las obras filosóficas de Cicerón. Elogio de sus cartas a Ático. Carácter de este orador. Sus poesías desdeñadas por Montaigne. Su elocuencia incomparable encontró censores. Si menospreció las letras cuando viejo. Cuál era la manera de filosofar que más gustaba.

Ciego. Rotación de un noble ciego de nacimiento, I. Ejemplo de un hombre que se quedó ciego durmiendo, II.

Ciencia. No conocemos sino el presente, I. debe acompañarla el discernimiento. Es peligrosa para quien de ella no acierta a hacer recto uso. Cuál es la más difícil e importante. Utilidad de la ciencia. Si libra al hombre de las contrariedades de la vida. Tratan las ciencias de las cosas con artificio demasiado, II. Extraño abuso que de la ciencia se hace. Es un bien cuya adquisición perjudica. Que socorro alcanzamos de las instrucciones de la ciencia en los males de la vida.

Ciencia de buen comer. Graciosamente formulada, I.

Ciervos. Uncidos un vehículo, II.

CIMBER, uno de los conjurados contra César; lo que dijo al comprometerse en la conjura.

CINEAS, Consejero de Pirro. Cómo reprime la vana ambición de este príncipe, I.

Cínicos. Llamaban vicio al no osar producir al descubierto las acciones que realizamos en secreto, I. Hasta dónde llegaba su impudicia.

CINNA. Su conjuración contra Augusto y clemencia de este emperador para con él, I.

CIPO. Cómo le salieron cuernos en la frente, I.

CIRO. Prohibió a sus hijos que después de muerto tocaran y vieran su cuerpo, I. Por qué fue zurrado en la escuela. Fue el primero que estableció caballos de posta, II. El ejemplo de su liberalidad cuando llegó al trono puede enseñar a los príncipes a emplear sus dones diestramente. Cómo se libró de los de los dardos de la hermosa Panthea, su cautiva.

CIRO el Joven. Por qué se juzgaba superior a su hermano Artajerjes, I.

Civilidad. En extremo puntual, censurable, I. Ventajas de una civilidad bien entendida, I.

CLEANTO. Vaga opinión de este filósofo sobre la naturaleza de Dios, I. Su firmeza en el morir, II. Cuándo ganaba con el trabajo de sus manos, II.

CLEOMENES, hijo de Anaxandridas, Rey de Esparta. Todo lo creía lícito contra un enemigo, I. Su respuesta a los embajadores de Samos. Lo que dijo a sus amigos, quienes le censuraban por engendrar fantasías extravagantes, hallándose enfermo. Cómo se burló de un retórico que peroraba sobre el valor, II.

CLEOMENES III. Aguardó al último extremo para matarse, I.

Climacides, mujeres de Siria. Cuál era el oficio de ellas, I.

CLODOMIRO, Rey de Aquitania. Perdió la vida por el empleo que puso en perseguir al enemigo vencido, I.

CLODOVEO. Cómo recompensó a tres esclavos que traicionaron a su señor II.

Cobardía. Si debe castigarse con la muerte, I. Cómo se la castiga ordinariamente. Es madre de la crueldad, II.

Cocinas portátiles, usadas por los antiguos, I.

Cocodrilo. Qué socorro recibe del reyezuelo, y consideración que muestra para con él, I.

Colegios. Montaigne los juzga severamente, I. Crueldades que en ellos se ejercían con la infancia.

Cólera. De los castigos aplicados mientras dura, II. Moderación de algunos grandes hombres dominados por la cólera. Es una pasión sujeta a la vanagloria. Mejor es echarla fuera que tenerla guardada. Preceptos que debemos observar, dominados por la cólera. Si la cólera puede servir de aguijón para el valor y la virtud.

COLIGNY (Gaspar de), Señor de Cotillon-sur-Loing, Almirante de Francia, II.

Combates de capa y espada; costumbre practicada por los antiguos romanos, I.

Comediantes, que lloraban aún al salir del teatro, donde el papel que representaran los enterneció, I.

Comedias francesas. En las del tiempo de Montaigne había escasez de inventiva, I.

Comentadores. Por qué abundan tanto, III.

COMINES (Felipe de), Juicio De Montaigne sobre él, I. Palabras que le censuraba, II.

Comer. Algunas personas no gustan ser vistas cuando comen, II.

Conciencia. Su imperio, I. No deja el crimen secreto mucho tiempo. Fruto de la conciencia honrada. Satisfacción que la acompaña, II.

Conferencia. Utilidad del conferenciar, II. Ejercicio más provechoso que el de los libros. Por qué en ella deben admitirse las contradicciones vivas y audaces.

Confianza. Debe mostrarse o aparecer exenta de temor, I. Confianza para con milicias sospechosas, que tuvo un feliz desenlace.

Conjuras. Si es peligroso amonestarlas con sangrientas ejecuciones, I. Consejo dado a un tirano para ponerse de ellas a cubierto.

Conocimiento de las cosas. En qué debe emplearse, I. A qué se reduce nuestro conocimiento de las cosas naturales. Cuáles son los linderos del humano conocimiento.

CONRADO, Marqués de Montferrat, II, 97.

Conversar. Cuán útil es saber conversar familiarmente con toda suerte de gentes, II. Es preciso ponerse al nivel de las personas con quienes se conversa. Cómo puede juzgarse de la capacidad de un hombre en la conversación. Utilidad en el conversar de las réplicas vivas y audaces.

Cornamenta. A muchas gentes asusta, pero hay hartos hombres que de ella sacan provecho, I. Gentes honradas que fueron cornudos sin armar estrépito, II. Desdicha que obliga a serio reservadamente.

CORNELIO (GALO). Su muerte, I.

CORRAS, Magistrado en el Parlamento de Tolosa. Su parecer en la cuestión del falso Martín Guerra, II.

CORTÉS (Hernán). Singular agasajo que le tributan los pueblos de América, I. Idea que los embajadores del rey de Méjico le mostraron de la grandeza de su soberano.

Cortesano (El). Libro italiano, I.

Cortesanos. Bajeza con que ocultan los defectos de los príncipes, II.

COSITIO (Lucio). Su cambio de sexo, I.

Costumbre. Cómo nos avasalla, I. Extraños efectos que produce en nuestra alma. Costumbres singulares en diversos pueblos. Cuán imperioso es el yugo de la costumbre. Es el único fundamento de muchas cosas muy afirmadas en el mundo. De las costumbres antiguas. Costumbres corrientes en un país, diametralmente opuestas a las de otro, II.

Costumbres. La ciencia de las costumbres debe ser tempranamente inculcada en el espíritu de los niños, I. Las costumbres del simple pueblo están mejor gobernadas que las de los filósofos, II.

COTYS, Rey de Tracia. Por qué rompió unos vasos magníficos luego de haberlos pagado espléndidamente, II.

(Plubio). Por qué mandó azotar a un ingeniero, I.

CRATES. Su respuesta a quien le preguntaba hasta cuándo era preciso filosofar, I. Receta de este filósofo contra el amor. Lo que juzgaba de nuestra alma. Determinaciones singulares que tomó al morir, II.

Credulidad. Prueba la ausencia de fortaleza, I.

CREMATIO CORDO. Al ver quemar sus libros se dio la muerte, I.

CRESO. Bárbara acción de esto príncipe, II.

Cretenses. Imprecaciones que dirigían a los que profesaban mortal odio, I. Obligados a beber los orines de sus caballos.

Creyentes. Si la multiplicidad de ellos es buena prueba de la verdad, II.

Crimen. El castigo nace con él, I.

Criminales. Entregados a los médicos para el estudio de su anatomía, hallándose vivos, II.

Cristianismo. Cuál es la muestra del verdadero, I.

Cristianos. Por qué no deben hacer depender su religión de los acontecimientos, prósperos o desdichados. Su celo lleno de injusticia y furor. En qué se funda la profesión que hacen de su religión.

Crueldad extrema, I. Consecuencias de la crueldad ejercida con los animales, I. Engendrada por la cobardía, II. Una crueldad origina otras necesariamente. Notable ejemplo sobre este punto.

CUARTILLA. Había perdido la memoria de su doncellez, II.

Cuerdo. En qué difiere del loco en punto a las pasiones, I. En el gobierno de la vida, al hombre cuerdo deciden las apariencias.

Cuerpo. Los ejercicios corporales y el buen porte exterior son una parte importante en la educación de los niños, I. Diversidad de opiniones sobre la substancia que engendra el cuerpo del hombre. Ventajas de la belleza corporal. La salud y el vigor corporales causa de los ímpetus extraordinarios del espíritu.

Curiosidad. Cual debe inspirarse a los jóvenes, I. La curiosidad es pasión ávida y de nuevas codiciosa. Funestos efectos de la curiosidad. Siendo viciosa en todas las cosas, en qué casos es perniciosa, II.

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