27. El Virtuoso

Con truenos y fuegos artificiales celestiales hay que hablar a los sentidos indolentes y somnolientos.

Pero la voz de la belleza habla suavemente: sólo atrae a las almas más despiertas.Suavemente vibró y rió para mí hoy mi broquel; fue la santa risa y el estremecimiento de la belleza.

De vosotros, virtuosos, se rió hoy mi belleza. Y así me llegó su voz: "¡Quieren que les paguen además!"

Además, ¡queréis que os paguen, vosotros los virtuosos! ¿Queréis recompensa por la virtud, y el cielo por la tierra, y la eternidad por vuestro día?

¿Y ahora me reprocháis que enseñe que no hay recompensa ni pagador? Y en verdad, ni siquiera enseño que la virtud es su propia recompensa.

Ah, este es mi dolor: en la base de las cosas se han insinuado la recompensa y el castigo, y ahora incluso en la base de vuestras almas, vosotros los virtuosos.

Pero, como el hocico del jabalí, mi palabra arrancará la base de vuestras almas; una reja de arado seré llamada por vosotros.

Todos los secretos de tu corazón saldrán a la luz; y cuando yazcas al sol, arrancado y roto, entonces también tu falsedad será separada de tu verdad.

Porque esta es vuestra verdad: sois demasiado puros para la inmundicia de las palabras: venganza, castigo, recompensa, retribución.

Amáis vuestra virtud como una madre ama a su hijo; pero, ¿cuándo se ha oído que una madre quiera ser pagada por su amor?

Es tu Yo más querido, tu virtud. La sed del anillo está en ti: para llegar a sí mismo de nuevo lucha cada anillo, y se vuelve.

Y como la estrella que se apaga, así es toda obra de tu virtud: siempre está su luz en camino y viajando, y ¿cuándo dejará de estar en camino?

Así, la luz de tu virtud sigue su camino, incluso cuando su trabajo ha terminado. Aunque esté olvidada y muerta, su rayo de luz sigue vivo y viajando.

Que vuestra virtud es vuestro Ser, y no una cosa exterior, unapiel de , o un manto: ¡esa es la verdad desde la base de vuestras almas, vosotros los virtuosos! -

Pero seguro que hay algunos para los que la virtud significa retorcerse bajo el látigo: ¡y habéis escuchado demasiado su llanto!

Y hay otros que llaman a la virtud la pereza de sus vicios; y cuando una vez su odio y sus celos relajan los miembros, su "justicia" se anima y frota sus ojos adormecidos.

Y otros son los que son arrastrados hacia abajo: sus demonios los atraen. Pero cuanto más se hunden, más ardientemente brilla su ojo y el anhelo de su Dios.

¡Ah! su llanto también ha llegado a vuestros oídos, vosotros los virtuosos: "¡Lo que no soy, eso, eso es Dios para mí, y la virtud!" Y hay otros que avanzan pesada y chirriantemente, como carros que llevan piedras cuesta abajo: hablan mucho de dignidad y virtud -¡su arrastre lo llaman virtud!

Y hay otros que son como los relojes de ocho días cuando se les da cuerda; hacen tic-tac, y quieren que la gente llame al tic-tac: virtud.

Ciertamente, en ellos tengo mi diversión: dondequiera que encuentre tales relojes, les daré cuerda con mi burla, y hasta zumbarán con ella.

Y otros se enorgullecen de su mínimo de justicia, y por causa de ella hacen violencia a todas las cosas: de modo que el mundo se ahoga en su injusticia.

¡Ah! ¡Que inepta sale la palabra "virtud" de su boca! Y cuando dicen: "Soy justo", siempre suena como: "¡Soy justo - vengado!"

Con sus virtudes quieren sacarle los ojos a sus enemigos; y se elevan sólo para poder rebajar a los demás.

Y de nuevo hay quienes se sientan en su pantano, y hablanasí de entre los juncos: "La virtud - es sentarse tranquilamente en el pantano.

No mordemos a nadie, y nos apartamos del camino del que quiere morder; y en todos los asuntos tenemos la opinión que se nos da."

Y de nuevo, hay quienes aman las actitudes, y piensan que la virtud es una especie de actitud.

Sus rodillas adoran continuamente, y sus manos son elogios de la virtud, pero su corazón no sabe nada de eso.

Y también hay quienes consideran una virtud decir: "La virtud es necesaria"; pero al fin y al cabo sólo creen que los policías son necesarios.

Y muchos que no pueden ver la altivez de los hombres, llaman virtud a ver demasiado bien su bajeza: así llaman virtud a su mal de ojo...

Y algunos quieren ser edificados y elevados, y lo llaman virtud; y otros quieren ser abatidos, - e igualmente lo llaman virtud.

Y así casi todos piensan que participan de la virtud; y al menos cada uno pretende ser una autoridad en el "bien" y el "mal".

Pero Zaratustra no vino a decir a todos esos mentirosos y tontos: "¡Qué sabéis de la virtud! Qué podéis saber de la virtud!" -

Pero para que vosotros, amigos míos, os canséis de las viejas palabras que habéis aprendido de los necios y de los mentirosos:

Para que os canséis de las palabras "recompensa", "retribución", "castigo", "justa venganza". -

Para que os canséis de decir: "Que una acción es buena porque es desinteresada".

¡Ah, amigos míos! Que vuestro mismo Ser esté en vuestra acción, como la madre está en el hijo: ¡que esa sea vuestra fórmula para la virtud!En verdad, os he quitado cien fórmulas y los juguetes favoritos de vuestra virtud; y ahora me reprendéis, como reprenden los niños.

Jugaban junto al mar; luego vino una ola y arrastró sus juguetes a las profundidades; y ahora lloran.

Pero la misma ola les traerá nuevos juguetes, y extenderá ante ellos nuevas conchas moteadas.

Así serán consolados; y como ellos, también vosotros, amigos míos, tendréis vuestro consuelo, y nuevas conchas moteadas.


Así habló Zaratustra.

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