Formo círculos a mi alrededor y límites sagrados; cada vez menos ascienden conmigo montañas cada vez más altas: Construyo una cordillera de montañas cada vez más santas.-
Pero donde quiera que subáis conmigo, oh hermanos míos, tened cuidado de que no suba con vosotros un parásito.
Un parásito: es un reptil, un reptil rastrero y rastrero, que trata de engordar en tus lugares enfermos y doloridos.
Y este es su arte: adivina dónde se cansan las almas ascendentes, en tu problema y abatimiento, en tu sensible modestia, construye su repugnante nido.
Donde los fuertes son débiles, donde los nobles son demasiado gentiles- allí construye su repugnante nido; el parásito vive donde los grandes tienen pequeñas llagas.
¿Cuál es la más alta de todas las especies del ser y cuál es la más baja? El parásito es la especie más baja; sin embargo, el que es de la especie más elevada alimenta a la mayoría de los parásitos.
Porque el alma que tiene la escalera más larga, y puede bajar más profundamente: ¿cómo podría no haber más parásitos en ella?
-El alma más comprensiva, que puede correr y extraviarse y vagar más lejos en sí misma; el alma más necesaria, que por alegría se lanza al azar:-
-El alma en el Ser, que se sumerge en el Devenir; el alma poseedora, que busca alcanzar el deseo y el anhelo:-
-El alma que huye de sí misma, que se sobrepasa en el circuito más amplio; el alma más sabia, a la que la locura le habla más dulcemente:-
-El alma más amante de sí misma, en la que todas las cosas tienen su corriente y su contracorriente, su flujo y su reflujo:- oh, ¿cómo podría el alma más elevada no tener los peores parásitos?