2.

Cuando llegué a los hombres, entonces los encontré descansando en un viejo enamoramiento: todos ellos creían saber desde hace tiempo lo que era bueno y malo para los hombres.

Un viejo y fatigoso asunto les parecía toda una charla sobre la virtud; y el que deseaba dormir bien hablaba de "lo bueno" y "lo malo" antes de retirarse a descansar.

Esta somnolencia la perturbé cuando enseñé que nadie sabe aún lo que es bueno y lo que es malo: ¡a menos que sea el creador!

-Es él, sin embargo, quien crea la meta del hombre, y da a la tierra su sentido y su futuro: él sólo efectúa que algo sea bueno o malo.

Y les pedí que trastornaran sus viejas sillas académicas, ydondequiera que se hubiera sentado esa vieja infatuación; les pedí que se rieran de sus grandes moralistas, sus santos, sus poetas y sus salvadores

De sus tenebrosos sabios les dije que se rieran, y de quien se había sentado a amonestar como un espantapájaros negro en el árbol de la vida.

En su gran tumba-carretera me senté, e incluso junto a la carroña y los buitres, y me reí de todo su pasado y de su melosa gloria decadente.

Como los predicadores penitenciales y los tontos, lloré la ira y la vergüenza sobre toda su grandeza y pequeñez. ¡Oh, que lo mejor de ellos sea tan pequeño! ¡Oh, que lo peor de ellos sea tan pequeño! Así me reí.

Así lloraba y reía en mí mi sabia añoranza, nacida en las montañas; una sabiduría salvaje, en verdad, mi gran añoranza de piñón.

Y muchas veces me llevó lejos y arriba y en medio de la risa; entonces volé temblando como una flecha con el rapto intoxicado por el sol:

-Hacia futuros lejanos, que ningún sueño ha visto aún, hacia sur más cálidos de lo que jamás concibió un escultor, -donde los dioses en su danza se avergüenzan de toda ropa:

(Que hable en parábolas y se detenga y tartamudee como los poetas: ¡y en verdad me avergüenzo de tener que ser todavía poeta!)

Donde todo el devenir me parecía danza de dioses, y deseo de dioses, y el mundo desatado y desenfrenado y huyendo hacia sí mismo:-

-Como una eterna auto-huida y re-búsqueda de uno de los muchos dioses, como la bendita auto-contradicción, recomunicación y refraternización con uno de los muchos dioses:-

Donde todo el tiempo me parecía una bendita burla de los momentos, donde la necesidad era la propia libertad, que jugaba alegremente con el aguijón de la libertad:

Donde también encontré de nuevo a mi viejo demonio y archienemigo, el espíritu de la gravedad, y todo lo que creó: la coacción, la ley, la necesidad y la consecuencia y el propósito y la voluntad y el bien y el mal:-.

Pues ¿no debe haber lo que se baila por encima, lo que se baila más allá? ¿No tiene que haber, por el bien de los ágiles, los más ágiles, topos y torpes enanos?

 

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