Así se defendió Catón de las acriminaciones de Pompeyo. Había un Marco Favonio, amigo y apasionado suyo, al modo con que se refiere haberlo sido Apolodoro de Falera del antiguo Sócrates; y le inflamó y conmovió este discurso, no ligera y blandamente, sino en términos de hacerle salir fuera de sí, como un embriagado o un loco. Este, pues, pedía en una ocasión el cargo de edil, e iba de vencida; pero hallándose presente Catón, observó que todas las tablillas de los votos estaban escritas de una misma mano; y descubriendo aquel mal manejo, hizo anular la elección por medio de los tribunos de la plebe. Nombrado después edil, Catón fue quien atendió a todo lo que era del cargo de esta magistratura, y quien ordenó los espectáculos en el teatro, dando a los de la escena coronas no de oro, sino de acebuche, como en Olimpia; y los presentes no fueron costosos, sino que a los Griegos les dio zanahorias, lechugas, rábanos y peras, y a los Romanos jarros de vino, tocino, higos, cohombros y haces de leña. Lo extraño y barato de estos presentes para unos fue motivo de risa y para otros de placer, viendo que la austeridad y rigor de Catón recibía ya alguna mudanza hacia la blandura y festividad. Por fin, mezclándose Favonio entre la muchedumbre, y sentado entre los demás concurrentes, aplaudía a Catón y gritaba que recompensara y honrara a los que se distinguían; así, uniéndose con los espectadores en estas demostraciones, daba bien a entender que había cedido a aquel todas sus facultades. En el otro teatro el colega de Favonio, Curión, daba sus juegos con gran lujo, pero los espectadores lo abandonaban y se pasaban allá, para celebrar a Favonio, que hacía el papel de particular, y a Catón, que representaba el de presidente del espectáculo. Condújose de esta manera para quitar importancia a estos cuidados, manifestar que las cosas de juego se han de tomar por lo que son y se han de desempeñar con cierta gracia y naturalidad, más bien que con suntuosos gastos y aparatos y poniendo gran diligencia y esmero en cosas que no lo merecen.