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Llegado a la mayor edad, empezó a litigar con sus tutores y a escribir alegatos contra ellos, porque encontraban continuamente tergiversaciones y medios dilatorios; así, a fuerza de ejercitarse, según Tucídides, sus cuidados terminaron felizmente, aunque no sin peligros ni trabajo; no pudo, sin embargo, arrancar a los tutores más que una parte muy pequeña de los bienes paternos. Mas ya que esto no, adquiriendo resolución y el conveniente hábito de hablar en público, y tomando gusto a las alabanzas que por estas contiendas se reciben y al influjo que proporcionan, se decidió a salir a la palestra y tomar parte en los negocios públicos; y a la manera que de Laomedonte de Orcómeno se dice que para curarse de una enfermedad del bazo dio en andar mucho de orden de los médicos, y que con este penoso ejercicio adquirió tal robustez que concurrió a los certámenes gimnásticos y fue uno de los que más se distinguieron en la carrera, del mismo modo le sucedió a Demóstenes, que habiendo tenido que dedicarse a perorar en público para el recobro de su patrimonio, con esto adquirió soltura y facilidad para sobresalir ya, como los coronados en el circo, entre los ciudadanos que contendían en la tribuna. Al principio sufrió sus silbos, y que se riesen de la novedad que advertían en su estilo, que parecía confuso en los períodos y recargado excesivamente en las pruebas. Notábase además cierta falta de voz, torpeza en la lengua e interrupción en la respiración, la que turbaba el sentido de lo que se decía, por no cortarse bien los períodos. Finalmente, habiéndose retirado del foro por este desagradable ensayo, se andaba paseando por el Pireo, decaído ya de ánimo, cuando encontrándole Éunomo de Tría, que ya era muy anciano, le reprendió de que, teniendo un modo de decir muy semejante al de Pericles, se abandonase de aquella manera por cobardía y desidia, no sabiendo sostenerse con serenidad a vista de la muchedumbre, ni dando a su cuerpo el aire conveniente para aquella especie de contiendas, y antes dejando que todo se entorpeciera en el ocio.

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