Dícese que la oración contra el general Timoteo, que sirvió a Apolodoro para hacer que aquel fuera condenado como deudor a la república, fue escrita para éste por Demóstenes, del mismo modo que las oraciones contra Formión y Estéfano; lo que le fue justamente censurado; porque también Formión contendió contra Apolodoro con una oración de Demóstenes; lo que es como si en una tienda de espadero se vendieran puñales a los dos contrarios. De las oraciones sobre negocios públicos, las que son contra Androción, Timócrates y Aristócrates las escribió para otros, no habiéndose acercado todavía al gobierno, pues se conjetura que tendría veintisiete o veintiocho años cuando las compuso. La oración contra Aristogitón la pronunció él mismo, y también la de las inmunidades por el hijo de Cabrias Ctesipo, como lo dice él mismo; a lo que algunos añaden que fue con el objeto de enlazarse en matrimonio con la madre de aquel joven; sin embargo, no se casó con ella, sino con una mujer de Samo, según dice Demetrio Magnesio en su Tratado de los sinónimos. La de la falsa alegación contra Esquines no se sabe si se pronunció, y eso que Idomeneo asegura que Esquines fue absuelto por solos treinta votos más; parece no obstante, que esto no es verdad si hemos de tomar argumento de las oraciones de uno y otro sobre la corona, porque ninguno de los dos habla clara y abiertamente de aquel juicio como se hubiese llevado hasta sentencia; mas estos otros podrán decirlo mejor.