Mas no gozó por largo tiempo de esta vuelta a la patria, sino que, traídas al más infeliz estado las cosas de la Grecia, en el mes llamado Metagitnión fue la batalla de Cranón, en el de Boedromión se puso guarnición en Muniquia, y en el de Pianepsión murió Demóstenes de esta manera. Apenas se tuvo noticia de que Antípatro y Crátero se acercaban a Atenas, Demóstenes y los de su partido se salieron de la ciudad, y el pueblo los condenó a muerte, siendo Demades quien escribió el decreto. Esparciéronse por diferentes partes, y Antípatro envió gente que los prendiese, de la que era caudillo Arquias, llamado Cazafugitivos. Era éste natural de Turio, y se decía que por algún tiempo había representado tragedias, añadiéndose que Polo de Egina, muy superior a todos en el arte, había sido su discípulo. Hermipo pone a Arquias en la lista de los discípulos del orador Lácrito, y Demetrio dice que acudió también a la escuela de Anaxímenes. Arquias, pues, al orador Hiperides, a Aristonico de Maratón y a Himereo, hermano de Demetrio de Falera, que en Egina se habían refugiado al templo de Éaco, los sacó de allí y los envió a Cleonas a disposición de Antípatro, y allí se les quitó la vida, diciéndose que además a Hiperides le arrancaron la lengua.