Tenía Dionisio tres hijos de la Locrense y cuatro de Aristómaca, de los cuales dos eran hembras. Sofrósina y Áreta, y de éstas, a Sofrósina la casó con Dionisio su hijo, y a Áreta con su hermano Teárides. Muerto éste, Dion tomó por mujer a Áreta, que era su sobrina. Enfermó en esto Dionisio en términos de desconfiarse de su vida, e intentó Dion hablarle de los hijos de Aristómaca; pero los médicos, para lisonjear al que iba a suceder en la autoridad, no le dieron tiempo, sino que, según dice Timeo, propinándole a su petición una medicina narcótica, le privaron de sentido, juntando el sueño con la muerte. Con todo, a la primera conferencia que tuvieron con Dionisio el Joven las personas de su confianza, habló Dion con tal tino acerca de lo que, según las circunstancias, convenía, que hizo ver que a su lado no eran todos los demás en prudencia sino unos muchachos, y en franqueza y libertad unos esclavos de la tiranía, aconsejando aquel joven baja y cobardemente a medida de su gusto. Sobre todo, dejó pasmados a los que estaban temblando por el peligro que al poder de Dionisio amenazaba de parte de Cartago, ofreciendo que si Dionisio deseaba la paz, pasando al África al punto haría cesar la guerra con las mejores condiciones, y si apetecía la guerra, mantendría a sus expensas y le daría para hacerla cincuenta galeras equipadas.