Llegado que hubo a la puerta, le salieron al encuentro Arquias y Fílidas, diciéndole: “Hemos oído ¡oh Carón! que han venido algunos que están ocultos en la ciudad y que son auxiliados por algunos de los ciudadanos”. Turbóse Carón al principio, mas como preguntase quiénes eran los que habían venido y quiénes los que los tenían ocultos, y viese que Arquias no respondía cosa cierta, comprendiendo que la denuncia no había sido hecha por ninguno de los que estaban en el secreto: “Mirad, les dijo, no sea que algún rumor vano os cause sobresalto: con todo, yo inquiriré, porque en esta materia nada debe despreciarse”. Fílidas, que también se hallaba presente, le decía que tenía razón; y con esto se llevó a Arquias, y procuró que se desmandara más en la bebida, haciéndosela más regocijada con las esperanzas que le daba de que vendrían las mujeres. Luego que Carón volvió a casa y que los halló prevenidos, no como hombres que esperasen una victoria o su propia salud, sino como resueltos a morir gloriosamente y con gran mortandad de sus enemigos, lo que había de cierto en el negocio no lo descubrió sino a Pelópidas; a los demás les ocultó la verdad, diciendo que Arquias le había hablado de otros asuntos. Mas apenas se había disipado esta tempestad, la Fortuna sustituyó inmediatamente otra, porque vino uno de Atenas de parte de Arquias el hierofantes a Arquias su tocayo, que era también su huésped y su amigo, trayéndole una carta en la que ya no se daba noticia vana o fraguada, sino que se referían exactamente todas las cosas concertadas, según después se supo. Llegóse, pues, a Arquias, que ya estaba beodo, el portador de la carta, y al entregársela le dijo: “El que me la dio me encargó mucho que se leyera al punto, porque trata de un negocio sumamente urgente”; a lo que sonriéndose contestó Arquias: “Pues los negocios urgentes, para mañana”. Y tomando la carta la puso debajo de la almohada, y continuó con Fílidas la conversación que traían. La respuesta aquella, puesta en forma de proverbio, dura todavía como tal entre los Griegos.