Era Vinio el hombre más poseído y dominado de la avaricia, y sujeto además a la pasión y vicio de las mujeres; porque siendo todavía mancebo y haciendo sus primeras campañas bajo Calvisio Sabino, se llevó por la noche al campamento, vestida de soldado, a la mujer del general, que no tenía nada de modesta, y abusó de ella en el lugar del campamento, que los Romanos llaman principia. Por este atentado le puso Gayo César en prisión; pero habiendo muerto éste, su fortuna le dio la libertad. Cenando en casa de Claudio César quitó una pieza de plata, y habiéndolo sabido el César, le volvió a convidar el día siguiente, y cuando vio que había acudido, dio orden a los que le servían que no le pusieran nada de plata, sino todo el servicio de barro; pero esto, por la bondad de Claudio, que degeneraba en cómica, no parecía digno de ira, sino de risa; mas lo que después, siendo dueño del ánimo de Galba y quien todo lo mandaba, ejecutó en esta materia de intereses, para unos fue causa y para otros pretexto de sucesos trágicos y de grandes desventuras.