Docientos reales me envia vuesamerced á pedir sobre prendas para una necesidad; y aunque me los pidiera para dos, fuera lo mismo. Bien mió y mi señora, mi dinero se halla mejor debajo de llave que sobre prendas; que es humilde, y no es nada altanero ni amigo de andar sobre nada; que, como es de materia grave y no leve, su natural inclinación es bajar y no subir. Vuesamerced me crea, que yo no soy hombre de prendas, y que estoy arrepentido de lo que he dado en vuesamerced. ¡Mire qué aliño para animarme á dar sobre sus arracadas! Si vuesamerced da en pedir, yo daré en no dar; y con tanto darémos todos. Guarde Dios á vuesamerced, y á mí de vuesamerced.