Fábula XV. El León y la Cabra.

Un señor León andaba como un perro

Del valle al monte, de la selva al cerro,

Á caza, sin hallar pelo ni lana,

Perdiendo la paciencia y la mañana.

Por un risco escarpado

Ve trepar á una Cabra á lo encumbrado,

De modo que parece que se empeña

En hacer creer al León que se despeña.

El pretender seguirla fuera en vano:

El cazador entonces cortesano

La dice:—Baja, baja, mi querida,

No busques precipicios á tu vida:

En el valle frondoso

Pacerás á mi lado con reposo.

—¿Desde cuándo, señor, la real persona

Cuida con tanto amor de la barbona?

Esos halagos tiernos

No son por bien, apostaré los cuernos.

Así le respondió la astuta Cabra;

Y él se fué sin replicar palabra.

Lo paga la infeliz con el pellejo,

Si toma sin examen el consejo.