Fábula XI. El Carretero y Hércules.

En un atolladero

El carro se atascó de Juan Regaña;

Él á nada se mueve ni se amaña,

Pero jura muy bien: ¡gran carretero!

Á Hércules invocó y el dios le dice:

—Aligera la carga, ceja un tanto;

Quita ahora ese canto;

¿Está?—Sí, le responde, ya lo hice.

—Pues enarbola el látigo, y con eso

Puedes ya caminar.—De esta manera,

Arreando á la Mohina y la Roncera,

Salió Juan con su carro del suceso.

Si haces lo que estuviere de tu parte,

Pide al cielo favor: ha de ayudarte.