Fábula V. El Águila, la Corneja y la Tortuga.

Á una Tortuga un Águila arrebata:

La ladrona se apura y desbarata

Por hacerla pedazos,

Ya que no con la garra, á picotazos.

Viéndola una Corneja en tal faena,

La dice:—En vano tomas tanta pena:

¿No ves que es la Tortuga, cuya casa

Diente, cuerno ni pico la traspasa;

Y si siente que llaman á su puerta,

Se finge la dormida, sorda ó muerta?—

¿Pues qué he de hacer?—Remontarás tu vuelo

Y en mirándote allá cerca del cielo,

La dejarás caer sobre un peñasco

Y se hará una tortilla el duro casco.

La Águila, porque diestra lo ejecuta,

Y la Corneja astuta,

Por autora de aquella maravilla,

Juntamente comieron la tortilla.

¿Qué podrá resistirse á un poderoso

Guiado de un consejo malicioso?

De éstos tales se aparta el que es prudente;

Y así por escaparse de esta gente,

Las descendientes de la tal Tortuga

Á cuevas ignoradas hacen fuga.