Fábula IV. El Zagal y las Ovejas.

Apacentando un joven su ganado,

Gritó desde la cima de un collado:

¡Favor, que viene el lobo, labradores!

Éstos, abandonando sus labores,

Acuden prontamente,

Y hallan que es una chanza solamente.

Vuelve á clamar, y temen la desgracia:

Segunda vez los burla: ¡linda gracia!

¿Pero qué sucedió la vez tercera?

Que vino en realidad la hambrienta fiera:

Entonces el Zagal se desgañita;

Y por más que patea, llora y grita,

No se mueve la gente escarmentada,

Y el lobo le devora la manada.

¡Cuántas veces resulta de un engaño

Contra el engañador el mayor daño!