Definición de lo voluntario y de lo involuntario

Conseguido nuestro objeto, que era probar que la libertad no se define bien, ni por el apetito, ni por la reflexión, nos resta especificar la parte que tienen en este fenómeno el pensamiento y la razón. Un primer punto incontestable es que lo voluntario parece lo opuesto a lo involuntario, y que obrar, sabiendo a lo que uno se dirige, cómo y por qué se obra, es todo lo contrario de obrar ignorando a qué se dirige uno, como y por qué se obra de la manera que se obra; hablo de una ignorancia real y no indirecta. Y así podéis saber, en un caso dado, que se trata de vuestro padre, y obráis como lo hacéis, no para matarle, si-no para salvarle; por ejemplo, las hijas de Pelias se engañaron de esta manera.

O bien cabe engañarse como lo hacen los que dan un breba je, creyendo que es un filtro o vino, cuando es un veneno. Lo que se hace ignorando las personas, las cosas y los medios que se emplean, es involuntario, y lo contrario es voluntario. Por tanto, todas las cosas que el individuo hace, aunque dependa de él el no hacerlas, y todas las que hace sin ignorarlas, y obrando por sí mismo, deben necesariamente pasar por cosas voluntarias; y en esto consisten la libertad y lo voluntario.

Por lo contrario, todo lo que se hace ignorando lo que se ha-ce, y por lo mismo que se ignora, debe considerarse como involuntario. Pero como el saber o el conocer puede entenderse en dos sentidos: en el de poseer la ciencia o en el de servirse actualmente de ella, el que posea la ciencia, pero que no la utiliza, puede, en un sentido llamársele con razón ignorante, y en otro sentido no puede serlo fundadamente; por ejemplo, si por una negligencia culpable no se sirve de aquello que sabe.

Recíprocamente, también uno que no posee la ciencia, que no sabe, puede ser, a veces, reprendido con completa justicia, si por pereza, por abandonarse al placer o por temor a la pena ha descuidado adquirir una ciencia que le hubiera sido fácil y hasta necesario poseer.

48

Una vez que hemos añadido estas consideraciones a todas las que preceden, demos por terminado lo que teníamos que decir acerca de lo voluntario y de lo involuntario.

49

Share on Twitter Share on Facebook